El humo de mi tren
imaginario
rompe gris el cielo de
Francia,
y subida en ambas
direcciones
por el acero del raíl la
vida pasa.
En primera viaja la curiosidad
camino de Perpiñan y el
Molino,
los furtivos de la lujuria
y la moral
y los del último tango en
París.
En segunda van los enamorados
que se comen a versos y a
besos,
artistas, cazadores de
belleza,
y la bohemia bañada en
licor.
En tercera viaja la
vendimia
la promesa de un mañana
mejor,
los soldadores y los
obreros,
andaluces de Jaén y brazos
de Castellón.
¡Más madera!, ¡más carbón!,
carbonilla para mi tren de
vapor,
correo expreso que lleva noticias
vagón litera que trasporta
sopor.
Y deshaciendo el camino,
pasa de Hendaya hacia Irún
y se desengancha en Moreda
cuando la tristeza se hace
blues.
Vuelven los hombres a su
tierra
con las manos llenas de
grietas,
y un mapa arrugado en el bolsillo
del lugar en que su
promesa enterraron.
Mi tren, cruza las
montañas,
de ida y vuelta son los
anhelos,
vagones de caricias y amor
y otros de lágrima y
duelo.
¡Más madera!, ¡más carbón!,
carbonilla para mi tren de
vapor,
correo expreso que lleva
noticias
vagón litera que trasporta
sopor.
Munich, 27 de agosto del 2015
Maravilloso!!!!
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