Nunca
supo el secreto, sus vidas transcurrieron en línea a sus estrictos deseos,
amistades las justas y sin muchas concesiones, nunca demasiado tiempo en un
lugar, siempre lejos de la familia, prácticamente sin relación. Viajaron cuanto
pudieron, en una época en la que ser diferente conllevaba cierta discreción, aún
así, desarrollaron un sexto sentido capaz de entrever en un solo gesto el
rechazo, eso les hizo muy peculiares, o quizás ya lo eran; su exquisita forma
de vestir, las veladas en los mejores restaurantes, donde alguna que otra vez
compartían con devotos iguales, disfrutar de lo mejor era su apuesta de vida.
Nunca supe su secreto, aunque a veces lo intuí,
realmente no importaba, hubo pasión
y
amor incondicional, deseos concretados y un lugar con vistas donde permanecer
eternamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario