Se quedó pequeño el tiempo,
Se quedó en el invierno.
Se queda el cuerpo
en estado vegetativo.
Se quedan las manos
coqueteando
con la sal de la tierra.
Se queda el reloj oliendo
a crudo.
Se queda la rama de olivo
seca en los brazos.
Me quedo muerta de miedo.
Se queda las flores muertas,
perennes en un hastío perpetuo
enterrada en un matorral.
Se queda
el paso de aire en la nuca.
Se queda.
Ni siquiera un rostro.
ni siquiera una voz.
Ni siquiera tú.
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