Me quede sin
palabras
cuando la vi junto
a la orilla lavando,
asentando sus
rodillas sobre guijarros
desnudos, su cuerpo
en genuflexión
emitía cierta
sensualidad evanescente,
con su desenvoltura
y naturalidad
desencadenaba sin
querer, ser observada,
su curvatura lumbar
se agitaba al compas del movimiento,
emitiendo
gradualmente ondas en la vereda fluvial,
hasta los gorriones
picaban los círculos concéntricos
en que se habían
convertido las aguas claras.
Frotaba sin
descanso en desenfrenado contoneo,
su nalgas sinuosas
y perfectas,
volvían las miradas
a cuantos la divisaban,
era sin lugar a
dudas la visión mas hermosa.
Muy bonita, cómo siempre, llenando tus "hebras" de perlas😘😘
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