Vanesa Martín
Una parte de mí se quiebra
como una bombilla,
perdida en el pasillo.
La parte intermitente,
que llama insistente a su diestra.
Una parte de mí
requiere de caricias.
Requiere de una pregunta,
una sola deducción
que camina de la mano.
Y ese paralelo se desnuda,
y soporta el calor de una botella,
soporta diferentes ecuaciones
que como mujer formulo.
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