En tanto se me escapa aquella dicha
que prendida quedó en atardeceres,
pintados trampantojos los ayeres
que creímos mover como una ficha.
En tanto se revuelve ya en desdicha,
desguazada ilusión en los talleres,
aquel sentir pasado, aquellos seres
mágicos como la vida predicha.
Las fechas de almanaque van cayendo.
Nieve en las cumbres, ya todo es lo mismo,
el frío que se acerca va cubriendo
los destellos que fueron espejismo.
No quiero recordar, retrotrayendo
de adolescencia ansiar romanticismo.
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