En el ayer pensaba que el romanticismo se veía solo en libros,
dónde la creatividad del autor era solo ficción,
ver dos personas que se encontrarán y se amaran eternamente era imposible.
Imaginar que las flores tuviesen un sentido diferente de alimentar al colibrí,
O que las figuras de las nubes no fueran solo animales u objetos sin sentido,
ni que lo mejor que te pudiera pasar en cada mañana es que no hubiera lluvia al salir.
Pero llegó el día,
me diste tu amor,
sonreí cada mañana al verte a mi lado,
te di flores en cada primavera,
la nubes mágicamente dibujaban tu rostro,
Entendí que el romanticismo de esos escritores nacía en de su corazón,
y su princesa era la dama que los acompañaba,
Supe que no podían imaginar otra cosa que la felicidad al lado de ella no fuera eterna.
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