La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

viernes, 15 de abril de 2016

El Húsar azul, por ANTONIO SAURET.

Pintura de Mikel Olazabal
        Admiro y contemplo un cuadro de pintor desconocido en donde, cada vez que lo observo, siempre encuentro nuevas tonalidades, significados ocultos y en ocasiones mas luz o mas sombras.

         Me impresiona el gesto, la mirada cansada de un joven convertido en viejo y fogueado en múltiples batallas.

         Único en su estirpe, de pelo largo al estilo de las mas viejas tradiciones de los húsares, con la guerrera gastada y en ausencia de su Colbac.

         Bigote de veterano, piel apergaminada perdida entre campos yermos y tormentosos, exenta de buenos hábitos que mejoren su salud. Tal vez demasiadas penurias pasadas en su cuerpo y en su mente logran que sus ojos miren a un punto indeterminado, porque perdida está su conciencia y agotada su alma.
         La mano acariciando el sable. El arma que ha logrado salvarlo, inerte y expuesta, siente el roce de la piel de un joven que ha dejado de serlo hace mucho tiempo.
         El color del fondo que rodea la figura es tenebroso, como su mirada. Atormentada, perdida, desamparada y cansada.
         Pero en ocasiones, según el día, evoluciona y se transforma en un azul petróleo, que inspira ese aire de esperanza.

         Y con la esperanza muere la soledad.

N. d. pag. :

         Es cierto, muere la soledad o vuelve para siempre al lado de una sonrisa y acompañado de una caricia fugaz.

(Rubricado con el mismo sentimiento y firma)


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