Para mi querido amigo Juan A. Ramírez Ovelar, profesor de literatura, distantes en la distancia pero no en el olvido.
El ser humano libera sus tensiones y tiene la capacidad de hacerse único y singular a través del Arte, cualquiera que sea el medio de expresión de éste, ya sea la pintura en los lienzos o la poesía escrita en unos cuadernos, y después guardada para ser corregida o modificada o la escultura tal y cómo la expresaban escultores de la talla de Camille Claudel, ninguneada por su maestro y amante , Auguste Rodin o de otros escultores esenciales como Brancusi, Picasso que tallaba cabezas, como las del arte helénico sin olvidarnos de genios de la envergadura de Chillida.
El Greco ha sido el pintor que ha unido más al Arte y a la Literatura, que son tangentes, es decir, que se relacionan y que se imbrican, a veces de una manera donosa y pletórica de belleza y proporción. Siempre se había pensado en el Greco como en un artista muy católico, pero según Fernando Marías, el crítico de Arte e hijo del filósofo Julián Marías, no lo fue tanto pero esto es un asunto que pertenece a otro ámbito que aquí no compete ni pertenece a la naturaleza de estas reflexiones.
Goya ha sido fuente de inspiración en sus cuadros extraordinarios para novelas tan populares, como, por ejemplo, Volavérunt de Antonio Larreta, que luego fue trasladada al cine.
Por otra parte, la obra pictórica de El Greco ha dado luz para la creación de novelas históricas tan buenas y tan bien urdidas , como, El laberinto, del gran escritor argentino Manuel Mujica Láinez, en la que por obra de la imaginación del autor un personaje del cuadro del Entierro del Conde de Orgaz nos cuenta sus andanzas y desventuras en la convulsa y difícil España del Siglo de Oro. Os recomiendo que la leáis, si todavía no lo habéis hecho. También los cuadros de este pintor excepcional inspiraron a la novelista argentina Silvia Plager para armar o escribir la novela , Las damas ocultas del Greco, en donde se descubre, la
cara menos amable de esa época, como la del peso omnímodo de la Inquisición y los amores ocultos del Greco y también sus vínculos afectivos más fuertes que son los familiares. Termino diciendo que un gran escritor , un tanto heterodoxo y revolucionario pero absolutamente necesario o imprescindible, como Nikos Kazantzakis titulo su autobiografía así : Carta al Greco.
Concluyo mi colaboración , como es mi costumbre , con un poema relacionado con el tema propuesto por nuestra directora, Carmen Hernández , y he elegido este:
EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHO(EL GRECO)
Este desconocido es un cristiano
de serio porte y negra vestidura,
donde brilla no más la empuñadura,
de su admirable estoque toledano.
Severa faz de palidez de lirio
surge de la golilla escarolada,
por la luz interior, iluminada,
de un macilento y religioso cirio.
Aunque sólo de Dios temores sabe,
porque el vitando hervor no le apasione
del mundano placer perecedero,
en un gesto piadoso, y noble, y grave,
la mano abierta sobre el pecho pone,
como una disciplina, el caballero.
MANUEL MACHADO.
Este desconocido es un cristiano
de serio porte y negra vestidura,
donde brilla no más la empuñadura,
de su admirable estoque toledano.
Severa faz de palidez de lirio
surge de la golilla escarolada,
por la luz interior, iluminada,
de un macilento y religioso cirio.
Aunque sólo de Dios temores sabe,
porque el vitando hervor no le apasione
del mundano placer perecedero,
en un gesto piadoso, y noble, y grave,
la mano abierta sobre el pecho pone,
como una disciplina, el caballero.
MANUEL MACHADO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario