Ya por pereza, por edad, por desilusión o por desconfiar en
la magia, nada pido, (al menos de viva voz) a los Reyes Magos, pero aun así,
fui agasajado con un magnífico regalo:
Me llamaron
entre risas y cava, cada burbuja que tomé quería salir por la nariz y volver a
la mar cercana; me salí a la terraza a llamarme a mí mismo al móvil, para ver
si estaba, pero... no, no me hallaba.
Oía petardos y
cohetes que encendían las nubes para que se alejaran y no taparan el sol de la mañana
que yo tanto necesitaba.
Gritos de
alegría en la casa y yo intentando llamarme en la terraza, para felicitarme por
tener el enorme privilegio de estar allí, justo donde en ese momento pisaba,
por tener la suerte de darme cuenta que oyendo la algarabía, los cohetes y las
olas, todo a la vez, era un fin de año soñado.
Noté que por fin
mi móvil daba señal, de que alguien se ponía al otro lado y al pegar la oreja
me escuché decir:
- Los Magos
recibieron tu carta, no la has escrito pero la anhelabas escribir; son muchas
las cartas que no has escrito aunque en el cielo han quedado grabadas,
así que recogieron tu carta y la de otras tantas personas y para ahorrar gastos
de envío y evitar colas de correos, para evitar paquetes inútiles y todos esos líos,
se le ocurrió a Gaspar (que significa Guardián del tesoro) hacer un paquete
comunal y juntaros a todos vosotros aquí, donde ahora te escuchas y te hablas.
Así pues,
reunieron vuestras necesidades, esperanzas y ganas, y os abrieron las
oportunidades de recoger vuestro regalo, porque sois regalo de los demás, y los
demás vuestro.
Has de saber que
todos respondéis a los sueños de los cercanos; nosotros sólo hemos dejado hueco
en vuestro tiempo para regalar vuestra presencia a los demás y que estos
regalen con la suya; ahora os toca sentirlo y disfrutarlo.
Sin poder añadir
una palabra, sin poder parpadear ni una sola vez, se cortó el teléfono; unos
instantes de incredulidad, de volver a la realidad, y alguien pasó a la terraza
donde yo estaba y me dijo:
- no hay
forma de llamar, están las líneas saturadas.
Yo le sonreí y
le dije:
- depende
de con quien quieras hablar, depende desde donde te llegue la llamada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario