Mujeres rosas de
oro puro,
verjas de bronce
vivo
que guardan un
jardín secreto abierto al futuro.
Imbatibles, no
manchadas por el tiempo
ni por el dolor de
las calles.
Mujeres sin sombra,
solas en el camino.
Resiliencia en el
estado más puro
de la materia.
Vienen de lejos.
Casas de portales
rotos
y océanos de
hambre.
Pase lo que pase:
días, cielos o lunas
de crudo invierno,
la luz de su
sonrisa es más real y hermosa
que el amanecer en
una mañana de abril.
Bellas palabras, cual diadema o cairel de supervivencia.
ResponderEliminarHermosura y certeza que no se te escapa...¡♥Gracias Tomás por verbalizar sentires!
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