Suena difícil.
Difícil hablar.
Besar. Acariciar los vientos.
Difícil tarea para esclavos.
Ahuecar tu almohada.
Beber...beber tus deseos.
Hacedlos propios.
Difícil arropar el cuento
que no tiene final feliz.
Aun cuando respiramos
el cloro, la palabrería.
Todo es demasiado difícil.
Plausible.
que ladra en nuestra esquina,
en la del vecino.
Sin fuerzas para violar la salvedad
o las ganas de echar un polvo
en nuestras propias mentiras.
Atajar la bilis en nuestra garganta.
El vodka baja rompiendo las entrañas,
como el gallo trasquilado por el vertido
de la incongruencia.
Siento ser tan difícil, tan perfecta en el ego.
Muy difícil. Sabedlo.
¡Qué difícil ser sencillamente humano!
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