Háblanos un poco de ti.
Desde
que tengo conciencia me gusta mucho leer, aprendí pronto porque quería parecerme
a mi hermano mayor: todas las tardes lo veía hacer sus deberes escolares y leía
mucho. En su colegio le hacían escribir opiniones sobre libros que les
encomendaban sus profesores. Yo le preguntaba cómo sonaban las letras de mi
cartilla y lo repetía una y otra vez, hasta que me las aprendí.
Cuando
las supe todas, quise también saber cómo se escribían los nombres de las cosas.
Mi hermano siempre atendía mis curiosidades. Para mí era también muy importante
saber escribir, me hacía dictados, cada vez más difíciles; me decía que eso
ocurría al principio, aunque luego me gustaría saber escribir lo que yo
quisiera.
Tenía
un librillo pequeño en el que me enseñó mi primera regla de ortografía, se
llama Breve ortografía escolar,
autor: Manuel Bustos Sousa (todavía se utiliza en su quincuagésimo quinta
edición), ajustado el texto íntegramente a las Nuevas Normas de Prosodia y
Ortografía, redactadas por la Real Academia Española. Era fácil y me gustó,
desde entonces me prestó el librillo para leerlo y memorizarlo. Y yo, tan
curiosa, no dejaba el librillo ni a sol ni a sombra. Estaba tan ensimismada y
emocionada que le pedía que me hiciera cualquier dictado de los que
recomendaban, pues quería medir lo que había aprendido.
No
fue fácil, era pequeña todavía y no quería fallar, aunque hubo fallos y seguí
con el librillo, pero ya estudiándolo con más ahínco y más ganas. Hasta que lo
conseguí. Fueron meses preciosos llenos de satisfacciones y dictados y escritos
propios acerca de mis deseos de niña inquieta deseosa de más cuentos para leer
y otras libretas para escribir. Y de llegar a la edad de entrar en el colegio
de Primaria. El colegio de monjas, de las Hijas de la Caridad. Cuando me
hicieron el examen de ingreso yo ya sabía leer y escribir bastante bien y me
llevaron a la clase de las alumnas mayores. Nunca ha decaído mi afán por leer y
saber escribir sin faltas, con las tildes correctas y el sentido preciso de lo
que quiero transmitir.
¿Qué podemos encontrar entre las páginas de
Las grietas de la luz?
Es
un poemario ecléctico, toca muchos palos de la vida, pero llevan una dirección
única desde el primer al último poema, la búsqueda del encuentro con la luz, la
de Prometeo, esa luz que llegue para iluminar caminos de sensatez que se
requiere para llegar a recorrer esos caminos que siempre han estado presentes
en mi corazón, y sobre todo en mi mente, que escruta veredas y senderos, todo
lo que nos pueda llevar a un mismo punto
donde confluyan la razón, la solidaridad, el compañerismo, la amistad,
bondades, aquello que se ha perdido en el fragor de la vida de cada persona, almas
que se alejan de lo que realmente nos distingue como humanos: conquistar lo que
nos acerca como especie.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de
este libro?
Como
he dicho en la pregunta anterior, en la cualidad «lo humano». Quiero incidir
sobre eso: que nos distingue como especie capaz de construir una sociedad bajo
el reino de la razón. En el amor como substancia motora del pensamiento.
¿Cómo
describirías tu trayectoria de escritora desde la primera publicación hasta
esta última?
Gratificante como persona. Donde aprecio una evolución como escritora que se
declara alumna a perpetuidad y con la voluntad de seguir aprendiendo. Trato de
alejarme, con cierta lástima por ellos, de esos círculos
contubernios-literarios cuya razón de ser estriba en el autobombo y donde se
aprecia cierta «aristocracia» excluyente a los poetas que no forman parte de su
círculo. Realmente me da la risa.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por
qué lo elegiste?
Leo todo lo que cae en mis manos, todo libro merece la oportunidad de que me
guste. Pero os contaré un secreto, siempre llevo al retortero más de un libro. El
último libro que he leído es 20 miradas
en la tertulia página 72 que ha compilado Faustino Lobato para la fundación
Caja de Badajoz donde yo he tenido el honor de participar. En estos momentos, y
a la vez, leo a Vicente Barberá Albalat en La
vida que vivimos (Olé Libros, 2023) y De
fuegos y jazmines, poesía amorosa completa de José Iniesta y publicado
igualmente por Olé Libros (2023). Me gusta pensar que mi mesita de noche tiene
más libros que muchos hogares…
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Siempre
tengo un proyecto nuevo, de hecho, más de uno. Prometo informar cuando esté
maduro.
Las grietas de la luz, un poemario que tuve la suerte de leer y releer . En él se aprecia una evolución de la autora como poeta y una constante que es encontrar esa luz entre tanta oscuridad.
ResponderEliminarMuchas gracias Arare. Es para mí una alegría tu comentario, que me anima y me requiere para seguir con la pluma en alto y los pies sobre el suelo.
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