cuando la lluvia riega los campos.
Soledad es cuando la nieve nos cubre con su manto blanco,
mientras la chimenea calienta nuestras manos.
Soledad es cuando el almendro aún en invierno,
con sus blancas o rosadas flores nos alegra al alma.
Soledad es la del ciruelo, el peral o el manzano,
que con su espesura de flor y aromas nadamos en el edén.
Soledad es la flor del olivo tardía anunciando el verano.
Triste soledad la mía, rodeado de maravillas.
Triste soledad la mía que bajo el cielo estrellado
me siento en compañía.
¿Es soledad la del estío bajo los castaños frondosos?
¿Es soledad la del otoño temprano con sus frutos carnosos?
Sabor a brevas, higos y ciruelas,
peras jugosas, manzanas apetitosas y engañosas.
Comenzó con Eva y Adán, pero aún perdura el edén.
Siento que cada día, una razón para vivir hay.
Soledad la mía en este vergel,
que me obliga a levantarme cada día
entre las primeras luces del alba.
Sabor a frutas y verduras, a cielo y a tierra.
Olor de hierba y polvo mojado despidiéndose en el ocaso.
Bendita soledad la mía, que siempre estoy en compañía.
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