Calma...calma....
como las celosías.
Como los sábados de otoño.
Como la sonrisa de un niño.
Como las huestes de los momentos.
Calma....mucha calma,
como los abrazos.
El viento me lleva
a noviembres claros,
horizontes tiernos,
futuros perfectos,
múltiples pasados
que entierro como las margaritas.
Lo he dicho, sabedlo,
calma como la gaviota.
Y el murmullo de tus ojos en mi bolsillo.
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