Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso pero, en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco y soñaría más... (Gabriel García Márquez).
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