Háblanos un poco de ti.
Pienso, que a veces me siento como un indigente mortal, sólo
rico en fantasías y sueños, que intenta una y otra vez cortejar a la felicidad;
que veleidosa y coqueta se resiste con empeño... Pero yo cual pertinaz
enamorado, nunca cejo en el galanteo, una y otra vez intento besar sus labios,
una y otra vez intento acariciar su cuerpo; ella obstinada se resiste con
esmero, pero yo por siempre intentaré tenerla a ella, será mi quimera
de por vida, porque no cejare en ello hasta que esté muerto... Me sueño un
rapsoda, cuenta cuentos y narrados de historias y sueños. Poeta y escribidor
que dirían otros, que intenta canta al amor, a la vida y a mi tierra: El Sur.
Al sur y sus gentes; mis gentes. Sur omnipresente en mi obra: Andalucía, La
Hoya de Guadix - La Accitania, perenne cronista por si misma a través del
tiempo - y por ende un pueblecito ubicado en lo más agreste de esta hoya, donde
yo, Pepe Velasco Romero desperté al mundo por primera vez, Los Baños de Graena.
¿Qué podemos encontrar entre las páginas de
Escritos desde el frente?
La guerra como
pérdida de vidas, de valores, de promesas, de sonrisas. La guerra como fuente
de injusticia y discriminación; como prueba de ignorancia y faltas de empatía.
La guerra como causa y consecuencia de la intolerancia. La guerra propiciada
siempre por la avaricia desmedida y el ansia de poder sin límites. Pero a la
vez, a través de toda esta vorágine y revuelto
con ella, se va abriendo paso el amor; entretejiendo hermosas historias, unas
que perduran impasibles a través del tiempo, y otras que nacen y florecen en el
mismo devenir de los personajes que habitan estas páginas, hasta llegar a nuestros
días
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
Reside en ese horizonte utópico, siempre veleidoso y
huidizo. En ese empeño de esperanza constante. En un perenne sueño y lucha decidida
por un mundo mejor; siempre sustentado en la razón, la solidaridad, la empatía
y el sentimiento, pienso que más importante y sobresaliente; el amor que a
través del tiempo despunta y se antepone con brío a tanta mezquindad, sinrazón
y barbarie.
¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la
primera publicación hasta esta última?
En mi primera publicación, un tanto temeroso, quizá por
pensar en “el qué dirán” o en sencillamente en que me hicieran una mala critica
o que no pudiera interesar a nadie lo que yo escribía, pero luego el tiempo me
ha ido puliendo y he concluido que yo escribo para mí y si a alguien le gusta lo
que escribo, pues bien, y si no, pues también bien. Me doy el gusto a mí.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Diría más bien los últimos, porque cuando me pongo, no leo
engullo. El sicoanalista de John Katzenbach, El anillo de Atila, de Albert
Salvadó. El primero porque me gusta ese
tipo de novela con tintes un tanto “históricos” El segundo, quizá, porque sea
un tanto observador y me guste indagar en la mente y el comportamiento humano.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Si, estoy casi terminando y dando retoques a una nueva
novela, pero esta cambia diametralmente de temática con relación a las
anteriores. Es una historia de amor, digamos, “del rosa al amarillo”, pero con
tintes erótico festivos; es algo desenfadado y quizá hasta en algunos momentos
licenciosa. Pero bueno, no quiero dar más datos, cuando salga ya la leeremos y
opinaremos.
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