Cada vez que
se veían….la naturaleza de la realidad, moldeaba tantos instantes del mundo
onírico. Gráciles suspiros coloreaban letras, sobre un lienzo de sol y luna. El
silencio contestaba con la cadencia de un arpegio, dos voces fundidas en un
cáliz de purísima primavera.
Contemplación
de mi alma vistiendo tu cuerpo, declama tu pensamiento dulce azahar en mi
corazón de otoño.
La ida es
sólo un segundo en toda una existencia, sueño, alejado del mundo, abrazado al
cosmos. No existe matiz en mi mirada, que no encierre las huellas de tu camino,
cada vez que nos vemos…..la raíz luce la flor y el eclipse muere.
Precioso
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