Cada vez que se veían
el mismo cristal les separaba,
turbio como un deseo
insinuado a contraluz.
Casi vulgar aquella historia
sobre mares de incertidumbre ,
con sus torpes silencios
discretos como la espuma.
Aprendió a susurrar otro nombre,
tan bella música presentida,
cada cual a un lado del vidrio
reflejando el mismo misterio.
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