Despierta de tu dulce sueño, amanece.
Cerca de tí hay alguien que te mira, lo sé,
se pierden en tu pupila y en tus caricias se estremece.
Despierta.
Un monstruo con apariencia de mujer
y cuerpo de serpiente, puebla la tierra.
Es hora de partir, recoge tus armas
y disponte a luchar. Deja tus pertenencias
en casa de tu padre y pídele que cuide de tus hijos
en tu ausencia.
Conserva siempre noble tu corazón
y llena de paz el camino,
sin causar la muerte a nungún mortal.
Así acrecentarás la riqueza en casa de tu padre y serán
todos los cantos dulces a oídos de los dioses.
Despierta de tu dulce sueño
y abraza al nuevo día.
Alégrate,
pues tan sólo el despertar es ya signo
del vencedor.
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