Otra vez el mar, por MERCEDES ELORZA.

Otra vez el mar, la brisa, el salitre y la luna,  
la espada trazando la línea plateada,
el bamboleo constante de un agua racial
que súbita a veces, trastorna e inquieta.

Otra vez abordarte en esta bravía,  
subirme a lomos de tu vientre blanco
y aderezarte con historias de gavieros.

Amor que salta de una ola a otra
que no acepta la vaguada, nunca se ancora
y no se abandona al triste vagar de luna.

Otra vez, amor, jugando en cubierta,  
irisando el tono azul de lejos,
desanclando, izando velas,  
apostándose en la amura para mejor besar.