Juan Carlos Mestre. |
Con noviembre se inaugura en nuestra revista ABSOLEM una nueva sección: Artista anfitrión. Comenzamos con un poeta y artista integral, éste que veis en la foto con tres manos, que lo mismo toca el acordeón que compone versos y pinta universos. Es un mago de los de verdad. Su aportación es un precioso texto poético inspirado en una pieza arqueológica encontrada en Noceda del Bierzo, la precede una pintura del mismo autor. Tomad, ved, leed y disfrutad de ella...
Juan Carlos Mestre (Villafranca del Bierzo, León, 1957), poeta y artista visual, es autor de varios libros de poesía y ensayo, como Antífona del Otoño en el Valle del Bierzo (Premio Adonáis, 1985) La poesía ha caído en desgracia (Colección Visor, Premio Jaime Gil de Biedma, 1992) o La tumba de Keats (Editorial Hiperión, Premio Jaén de Poesía, 1999). Su obra poética entre 1982 y 2007 ha sido recogida en la antología Las estrellas para quien las trabaja (2007). Con su anterior entrega poética La casa roja (Editorial Calambur, 2008), obtuvo el Premio Nacional de Poesía 2009. De reciente aparición es La bicicleta del panadero (Editorial Calambur, 2012) por el que recibió el Premio de la Crítica. Página del autor: http://www.juancarlosmestre.com/
ÍDOLO DE NOCEDA
Nuestra alianza
fue con el otoño rojo, no con la túrgida escama del gusano que envejece la
vida.
Entonces la
sangre de los dioses del valle era fulgurante y hermosa, dócil como el aroma de
la música y los bondadosos mastines que mi corazón escucha ladrar toda la
noche.
Pero el que
silba un aire verde en la siringa y es místico de tacto y dadivoso ha hundido
sus manos en la tierra. En el áspero confín de los sepulcros, edad de la muerte
donde nunca hubo nadie, han rozado sus primorosas yemas la semilla, el astro de
la tribu, la piedra del relámpago.
Oh gota de
fuego, muchacha secreta que has subido a lo oscuro desde la penumbra encarnada
de lo que es bello y remoto.
Esa carne de
rosa o de columna enterrada en el aire ha entrado como una hebra de luz en mi
corazón.
Pero esta
tristeza es definitiva, como un nudo de bronce.
No hay comentarios:
Publicar un comentario