La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

lunes, 24 de junio de 2024

Entrevista a Raimundo Iáñez Alcalá, autor de Baladas y leyendas.

 



Revista Ahorateleo

Editado en Guadix, Granada 

por Asociación para la Promoción de la Cultura y el Arte "La Oruga Azul"

ISSN  2952-5721



Háblanos un poco de ti.

Nací en Granada en 1956, Huétor Santillán, Granada, hace unos cuantos años.

El teatro, la poesía, la pintura, hicieron surcos en mí desde pequeño. Trotamundos de trasero inquieto. He Trabajado en mil cosas y he metido las narices en otras tantas, he pertenecido a esa generación que fue la consecuencia de la gran consecuencia, he luchado y me han pegado algunos palos en los ochenta, huyendo en las manifestaciones, siempre me he implicado en la lucha por defender nuestros derechos.

He pertenecido desde muy joven a grupos culturales: teatro, poesía, pintura y lectura.

Integrado en grupos de teatro, involucrado como actor y director de mis propias obras.

He tenido la oportunidad de exponer como pintor desde los años ochenta.

Me considero un descarado pensador, un profundo sentimental y he vivido muchas vidas, y todas han dejado huella en mi persona.

 

¿Qué podemos encontrar entre las páginas de Baladas y leyendas?

En mi último libro Baladas y leyendas se puede percibir todo lo que antes he explicado, aparte de una lucha por mis recuerdos y un entramado de experiencias e inquietudes. Es un libro dedicado a mi abuela, una jabata y una luchadora empedernida; de ella he aprendido la entrega y el empeño en los momentos más importantes de mi vida. Historias de antiguos personajes, reales, experiencias y realidades, y otros que ella me contaba de antaño que chisporroteaban en vidas y copias del corazón.

Balada del jinete herido.

Balada que no tengo.

Balada de un sueño oscuro,

Balada para un alojamiento.

Etc.

Un engranaje de versos que cuentan historias donde le tiempo se encarga de engendrar el aparato del olvido, como una misteriosa mano de otros tiempos que ha querido mantener en secreto estas historias que martillean en mi cabeza en continuo empeño. Además de un sin complejos de una niñez dura que marca las arrugas del rostro. Sobre todo, el recuerdo, las vivencias de muchas vidas que no tengo el valor de olvidar en esta mente complicada, en esta cabeza que no para... el amor, el deseo, la soledad, la vida, un pasado que pesa en mis espaldas.

 

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta la última?

Escribo desde muy pequeño, conservo poemas desde los once años. El paseo de los recuerdos fue mi primer libro editado, patrocinado por el ayuntamiento de Huétor. Un homenaje a mi niñez y a las vivencias en mi pueblo.

En El vértigo de la caída desnudo mi sensibilidad y profundizo en mi espiritualidad, y en los recuerdos del corazón.

Silueta ya sin nombre es un regreso a mi interior, un recorrido por mis venas, donde desgrano unos sentidos del destino enredado en la motivación de los deseos más íntimos.

(Los tres últimos en Baker St. Ediciones).

En la trayectoria que no para de buscar un sentido interior a miles de preguntas que profundizan en el interior de mis deseos y en un equilibrio de esta sociedad, pero sobre todo el equilibrio de mis fantasmas.

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

El último libro que he leído ha sido Mariana Pineda a muerte, de Juan Carlos Friebe y anteriormente, El peso de las mantas de Alicia Choin Malagón.

 

¿Y ahora qué? ¿algún nuevo Proyecto?

Tengo en el cajón un nuevo libro de poesía y relatos que pronto verá la luz; una nueva obra de teatro con textos míos y una nueva exposición de pintura que se llama Bailad, Bailad, Malditos que está en gira.

 

Tengo que dar las gracias a la revista Ahorateleo y a Carmen, con toda la fuerza de mi corazón por interesarse por este humilde personaje.

Entrevista a José Iniesta, autor de Un tigre sin selva.

 



Revista Ahorateleo

Editado en Guadix, Granada 

por Asociación para la Promoción de la Cultura y el Arte "La Oruga Azul"

ISSN  2952-5721


Háblanos un poco de ti.

 No sé, nunca me habían propuesto esto y no sé por dónde empezar. Solo se me ocurre daros algunos esbozos de lo que soy, pinceladas de mi vida. Mis orígenes son humildes, mas el niño que aún vive en mí tuvo una familia unida que no fue pobre en el amor y que le supo desvelar misterios, valores y preguntas que delimitaban los territorios del bien y del mal. Me crie en un barrio pobre de las afueras de Valencia, pero aquel lugar tenía sus paraísos, estaba rodeada por una fértil huerta ya desaparecida, un jardín de las delicias que me acercó a los árboles y los cielos, al trabajo de la tierra y el paso de las estaciones, al fluir de las aguas en las acequias, a las ranas y los pájaros, a las siembras y los oficios, al enigma absoluto del sol y de las noches. Allí aprendí muchas cosas que aún perduran y que moldean lo que soy. Allí fue donde mi mirada sobre el mundo fue más libre y atenta, y donde aprendí a silbar y a cantar la vida.         Después crecí y encontré mi refugio en las palabras, amé y sufrí, caí y me levanté muchas veces, como todos, y tuve suerte en mis aventuras, en mis entregas. Ahora mi familia y la luz de la tierra son mi ganancia, y en soledad lo escribo y balbuceo, lo proclamo para tener un lugar donde apoyarme, y tengo conciencia de mi ignorancia. Sé que no soy nada, y celebro esta suerte de existir con sus episodios de dicha y de dolor, y tengo grandes temores con la deriva del hombre y sus batallas, con su destrucción. Escribir para mí es como encontrar mi oración y lanzarla al aire, como estar más cerca de la verdad y tener conciencia del camino.

 

  

¿Qué podemos encontrar entre las páginas de Un tigre sin selva?

Podemos encontrar un libro diferente a lo que he escrito, versos que no hablan desde el yo y que claman entre la frontera del teatro y de la poesía. De algún modo este libro es un grito del mundo en defensa de la vida, es el rugido de un tigre acechado al que le están privando de sus selvas, es el ala rota de un pato que no puede volar. En otro lugar ya dije que “Un tigre sin selva, es una rara avis dentro de mi poesía, y creo que extrañará a mis lectores, marca diferencias en mi viaje, y a mí mismo me sorprenden sus paisajes devastados y su furia. Su aliento no es celebratorio, es trágico porque el mundo va a la deriva, porque la naturaleza está al borde del colapso, y el hombre parece olvidar que es nuestra verdadera madre, y que lo que destruimos nos destruye. El hombre no debería destruir lo que no puede crear, la tierra no es nuestra, las guerras son el mayor de los desprecios a la vida.”              Entre sus páginas se puede encontrar una escritura en libertad y una voz desesperanzada con las usuras y destrucción del hombre, una palabra salvaje que ama la vida y que la defiende con uñas y dientes. También escuchareis voces donde la inocencia y la locura nombran la verdad de una rosa y sus espinas, los jardines abandonados.

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

 Yo creo que en su honestidad y su apuesta, en el respeto y amor que le tengo al oficio de la escritura, en la textura final de poema trágico donde parece que nos habla el mundo maltratado. En uno de los fragmentos que escribí para el prólogo de Un tigre sin selva digo lo siguiente, y creo que ello lo contesta:          “Es siempre posesión cantar la vida. Un tigre sin selva son dos escritos sobre el mismo temblor, dos maneras de lanzarnos al vacío, sin redes; y ambas funden sus metales en un clamor único, comparten fervor y misterio. Todos los personajes son uno solo, no existen, y su aventura es un viaje al corazón de las tinieblas.          Nada más, no es un canto de esperanza. Son hambre y palabras juntando los pedazos del cántaro roto de la vida. Es la voz del mundo, y mi propio canto hablando con la voz de mi padre muerto: el murmullo sucio del río que nos arrastra hasta la desembocadura.          Una oración rebelde, nadie la escucha, lanzada a la infinita oquedad del universo. Un cante jondo en medio del fragor de las batallas. Crónica del asombro, nunca plenitud. En fin, el insensato deseo de querer cantar el misterio que somos, la belleza del mundo antes de la catástrofe, un algo indestructible semejante a la armonía que rige el caos de los astros en la noche.           Un verbo universal nacido del centro oscuro mismo del amor y las entrañas.”

 

 

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?

 Soy el mismo poeta de siempre, me reconozco en todos mis libros. En todos ellos palpita la misma necesidad de querer desvelar ese arcano que es nuestra vida, la misma voluntad de querer hacerlo bien, hasta donde mi oficio alcance. Sin embargo, con el tiempo, he aprendido algunas cosas, se han producido algunos cambios, creo. Una apuesta por la claridad, que no quiere decir que lo que se expresa sea sencillo, y un abandono del barroquismo de mis primeros escritos. También una búsqueda por encontrar la música que le pertenece a cada poema, a cada libro que la vida y el destino me regala. Un acercamiento a la realidad y una mirada distinta y serena en la contemplación del mundo y sus catástrofes. También un desprendimiento sucesivo del yo, un alejarme de mi propio existir para derramarme en los paisajes que miro, en los viejos caminos que ando, en las leves nubes que se alejan; de tal forma que el hombre que soy acaba diluyéndose y reconociéndose en cuanto le rodea, en la luz que lo abarca, en la oscura noche que lo acoge. Descubrimiento, gracias a la escritura, de que dentro y fuera no existen, de que somos más allá de nosotros, de que nuestro temblor está unido, con qué alianza, a la naturaleza. Y es desde aquí, desde este lugar del alma, que llego a este libro distinto, a este tigre sin selva que soy, a estos versos rebeldes en la frontera.

 

 ¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

 Si tengo que ser sincero, el último que estoy leyendo es una antología de José Corredor- Matheos que tiene por título Sin porqué. Es un poeta al que conozco bien, quiero decir, al que he leído en otras ocasiones con atención y sintiendo una profunda alianza. Su poesía me interesa porque ahonda con extrema claridad en la vida, y equilibra bellísimamente lo contemplativo y lo pensativo, la realidad y las emociones; y todo ello con un algo que apunta a lo sagrado, a lo místico, a esa materialidad que nos vincula con el hallazgo y el misterio. Esta poesía me interesa enormemente, y su luz siempre nos guía: la belleza austera y la palabra justa para trascender desde el barro que somos, vuelo para un cuerpo lastrado a la tierra, pasos que tienen conciencia del camino y de la luz, del cansancio y las caídas, de la lejanía que somos.

 

 Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

 Sí tengo algún proyecto nuevo, la verdad. Tengo algunos libros acabados desde hace un tiempo, y alguno de ellos no tardará mucho en publicarse, aunque no os diré dónde por no adelantarme a las circunstancias, y por si acaso estas no llegaran a buen puerto. Se trata de un libro de haikus que llevará por título Un montón de piedras, y otro de poesía breve volcada en las soleares flamencas que se publicará algo más tarde, y cuyo título no os digo por mantener la sorpresa. En fin, como veis estoy entregado a la poesía, a la vida en las palabras. Gracias por darme espacio.

 


Entrevista a Carmen Salas del Río, autora de Las grietas de la luz.

 



Revista Ahorateleo

Editado en Guadix, Granada 

por Asociación para la Promoción de la Cultura y el Arte "La Oruga Azul"

ISSN  2952-5721


Háblanos un poco de ti.

Desde que tengo conciencia me gusta mucho leer, aprendí pronto porque quería parecerme a mi hermano mayor: todas las tardes lo veía hacer sus deberes escolares y leía mucho. En su colegio le hacían escribir opiniones sobre libros que les encomendaban sus profesores. Yo le preguntaba cómo sonaban las letras de mi cartilla y lo repetía una y otra vez, hasta que me las aprendí.

Cuando las supe todas, quise también saber cómo se escribían los nombres de las cosas. Mi hermano siempre atendía mis curiosidades. Para mí era también muy importante saber escribir, me hacía dictados, cada vez más difíciles; me decía que eso ocurría al principio, aunque luego me gustaría saber escribir lo que yo quisiera.

Tenía un librillo pequeño en el que me enseñó mi primera regla de ortografía, se llama Breve ortografía escolar, autor: Manuel Bustos Sousa (todavía se utiliza en su quincuagésimo quinta edición), ajustado el texto íntegramente a las Nuevas Normas de Prosodia y Ortografía, redactadas por la Real Academia Española. Era fácil y me gustó, desde entonces me prestó el librillo para leerlo y memorizarlo. Y yo, tan curiosa, no dejaba el librillo ni a sol ni a sombra. Estaba tan ensimismada y emocionada que le pedía que me hiciera cualquier dictado de los que recomendaban, pues quería medir lo que había aprendido.

No fue fácil, era pequeña todavía y no quería fallar, aunque hubo fallos y seguí con el librillo, pero ya estudiándolo con más ahínco y más ganas. Hasta que lo conseguí. Fueron meses preciosos llenos de satisfacciones y dictados y escritos propios acerca de mis deseos de niña inquieta deseosa de más cuentos para leer y otras libretas para escribir. Y de llegar a la edad de entrar en el colegio de Primaria. El colegio de monjas, de las Hijas de la Caridad. Cuando me hicieron el examen de ingreso yo ya sabía leer y escribir bastante bien y me llevaron a la clase de las alumnas mayores. Nunca ha decaído mi afán por leer y saber escribir sin faltas, con las tildes correctas y el sentido preciso de lo que quiero transmitir.

 

¿Qué podemos encontrar entre las páginas de Las grietas de la luz?

Es un poemario ecléctico, toca muchos palos de la vida, pero llevan una dirección única desde el primer al último poema, la búsqueda del encuentro con la luz, la de Prometeo, esa luz que llegue para iluminar caminos de sensatez que se requiere para llegar a recorrer esos caminos que siempre han estado presentes en mi corazón, y sobre todo en mi mente, que escruta veredas y senderos, todo lo que  nos pueda llevar a un mismo punto donde confluyan la razón, la solidaridad, el compañerismo, la amistad, bondades, aquello que se ha perdido en el fragor de la vida de cada persona, almas que se alejan de lo que realmente nos distingue como humanos: conquistar lo que nos acerca como especie.

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

Como he dicho en la pregunta anterior, en la cualidad «lo humano». Quiero incidir sobre eso: que nos distingue como especie capaz de construir una sociedad bajo el reino de la razón. En el amor como substancia motora del pensamiento.

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritora desde la primera publicación hasta esta última?
Gratificante como persona. Donde aprecio una evolución como escritora que se declara alumna a perpetuidad y con la voluntad de seguir aprendiendo. Trato de alejarme, con cierta lástima por ellos, de esos círculos contubernios-literarios cuya razón de ser estriba en el autobombo y donde se aprecia cierta «aristocracia» excluyente a los poetas que no forman parte de su círculo. Realmente me da la risa.

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Leo todo lo que cae en mis manos, todo libro merece la oportunidad de que me guste. Pero os contaré un secreto, siempre llevo al retortero más de un libro. El último libro que he leído es 20 miradas en la tertulia página 72 que ha compilado Faustino Lobato para la fundación Caja de Badajoz donde yo he tenido el honor de participar. En estos momentos, y a la vez, leo a Vicente Barberá Albalat en La vida que vivimos (Olé Libros, 2023) y De fuegos y jazmines, poesía amorosa completa de José Iniesta y publicado igualmente por Olé Libros (2023). Me gusta pensar que mi mesita de noche tiene más libros que muchos hogares…

 

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

Siempre tengo un proyecto nuevo, de hecho, más de uno. Prometo informar cuando esté maduro.

domingo, 16 de junio de 2024

Entrevista a Antonio Alcalde Soler, autor de Mala land.

 


Revista Ahorateleo

Editado en Guadix, Granada 

por Asociación para la Promoción de la Cultura y el Arte "La Oruga Azul"

ISSN  2952-5721




Háblanos un poco de ti.

Un tío mío que tenía una librería con editorial en Granada y al que íbamos a visitar algunos domingos me regaló mi primer libro, Kim de Kipling, lo que me descubrió un mundo, muchos mundos escondidos en los que a partir de entonces siempre quise adentrarme con los ojos asombrados del primero que llega a una tierra desconocida. Pronto la lectura me llevó a la escritura. Los primeros pinitos en narración dieron paso a una poesía clasicista.

Años después, la lectura de los poetas románticos y místicos anglosajones, San Juan de la Cruz, Machado y tantos otros me llevaron a una poesía breve y densa, conceptual, metaliteraria, de la que ya nunca me he separado.

Por el camino, el amor, la familia, la vocación de profesor, años fuera de Granada…


¿Qué podemos encontrar entre las páginas de Mala land?

Mala land insiste en los temas presentes siempre en mis libros: el amor en peligro, incomprendido, perseguido; las contradicciones de una sociedad que nos ha quedado muy imperfecta; la vida en pareja… pero esta vez lo hace desde el otro lado. Hemos vuelto a la ciudad que nos vio nacer, no solo venimos nosotros y hay que empezar de nuevo a la vez que ya no somos aquellos jóvenes ingenuos que luchaban contra todo lo que se les oponía. Los enemigos del amor son ahora más sutiles y la batalla es más difícil. También hay muchos juegos metaliterarios en forma de referencias, alusiones y pequeñas trampas para los que saben leer más allá. Es un libro sobre el amor y la literatura. Casi nada.

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

Intento siempre una doble dimensión: una lectura más sencilla para todos los públicos (que no siempre consigo) y otra más escondida, llena de cargas de profundidad (que tampoco logro siempre). Ambas me dan muchas satisfacciones como poeta. Y a veces llegan mensajes de los lectores/as de los que se deduce que sí, que algunos poemas han sido bien comprendidos y gozados, que es de lo que se trata: ser leído, ser comprendido y que alguien se identifique con lo que una vez sentiste o pensaste y pusiste en el papel.


¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?

Accidentada a veces, marginal. La corriente literaria debería ser eso, corriente, y llevarse, como en el trabajo de Hércules, mucho de lo que se escribe -mal- hoy día y a los que lo escriben. Es como el traje del Emperador: si se publica y se critica bien lo que ellos/ellas hacen, entonces yo voy desnudo (lo que por otra parte conviene muy bien a mi forma de escribir).

Publiqué mi primer libro, Los premios perdidos (con cierta retranca ya desde el título), en mi primera madurez. Salí cansado de una editorial que no trataba bien a sus poetas, así que el segundo lo autopubliqué. Ahora cada vez me es más fácil publicar, pero sigue siendo igual de difícil llegar a un público amplio, si es que esa expresión tiene algún sentido para la poesía. Al público más amplio de los lectores de poesía, entonces.


¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

Siempre tengo un par de libros o tres a la vez, que alterno según las horas del día o los días y según también el género. Leo ahora el Nuevo Corpus de la poesía popular de Margit Frenk, tomo I. Un placer absoluto para los amantes de la poesía popular y la tradición. Pero no lo leo solo por placer, lo investigo también. Por placer he leído “La mujer de la calle Tablas” de Sergio Mayor, el descubrimiento del año a partir de una no lectura en el Ateneo de Granada. Los que lo conocen saben por qué empleo ese lítotes. Desbordante poeta, místico y romántico a su manera.

 

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

Sobre literatura seguimos con nuestro proyecto acerca de la representación de la rima que tantas alegrías nos está dando (www.lamusicadelasesferas.es). En cuanto a la creación personal y conectado con lo anterior, después de muchos años he vuelto a reencontrarme con la rima: estoy escribiendo unas cantigas a partir de estribillos de otros, poetas, cantautores, pensadores… Otra tierra incógnita en la que quiero adentrarme. Parafraseando a Alberti, para ser aventurero solo hace falta papel y pluma… y se ve que yo siempre lo he querido ser.

jueves, 30 de mayo de 2024

IV CERTAMEN DE RELATO BREVE "EL SOMBRERO DE TRES PICOS" 2024

 



BASES

La Asociación para la Promoción de la Cultura y el Arte “La oruga azul” en colaboración con la Asociación CO-MARCA GUADIX NATURAL con la finalidad de promover la creatividad literaria y apoyar los productos de nuestra tierra. Convoca el IV Certamen de Relato "El sombrero de tres picos"

1. Podrán participar en este certamen todos los escritores que hayan nacido o residan en España.

2. Los trabajos literarios estarán en formato word, tendrán una extensión máxima de 1000 palabras, en letra tamaño 12, Arial, interlineado doble. Los relatos serán originales, rigurosamente inéditos y no presentados a otros certámenes. El tema de las obras será la agricultura, el medio ambiente y el mundo rural. las participaciones se enviarán a: laorugazul2013@gmail.com, firmados con el nombre del autor.

3. El plazo de presentación comienza el 15 de Junio y finaliza el 15 de julio de 2024.

4. Un jurado compuesto por personas relacionadas con la literatura y la agricultura valorará los trabajos.

5. De todos los trabajos presentados, se seleccionarán 10 que a criterio del jurado tengan mayor calidad, entre los que se escogerán los ganadores. Los 10 mejores trabajos literarios, serán publicados en un libro y en un número especial de la revista Absolem. 

6. Premios: Se establecen dos premios.

•   1º Premio: recibirá un lote de productos alimenticios de la comarca y un lote de libros.

•    2º  Premio: un lote de productos alimenticios de la comarca de Guadix.


El fallo del jurado se dará a conocer en agosto de 2024
y se comunicará a los galardonados.

viernes, 19 de abril de 2024

Entrevista a Juan M. Navarro Alfaro, autor de El afilador de estrellas.


Revista Ahorateleo

Editado en Guadix, Granada 

por Asociación para la Promoción de la Cultura y el Arte "La Oruga Azul"

ISSN  2952-5721



Querido Juan Manuel, háblanos un poco de ti.
Nací hace 53 años en Pedro Martínez, un pueblo de los Montes Orientales de Granada. Hijo de emigrante pasé toda la infancia con mi madre y mis abuelos. En las cartas que escribía a mi padre empezaron los primeros poemas.

Desde pequeño sentí verdadera pasión por todo lo relacionado con la historia, a ello contribuyeron indudablemente mis profesores de EGB y el sacerdote de Pedro Martínez, Don Miguel Díaz Alcalá.
Estudié bachillerato en Guadix, donde conocí a dos personas que me sumergieron en el mundo de la literatura, Antonio Enrique y Fernando de Villena, con los que aún mantengo amistad. 
Pasé unos años en Granada y Albacete terminando mis estudios, después me dediqué al negocio familiar.
En 1998 me casé con la persona que mejor ha entendido mi mundo interior como poeta, mi mujer. Junto a ella formé una familia en Mallorca, donde resido actualmente.

¿Qué podemos encontrar en las páginas de "El afilador de estrellas" 
Podemos encontrar muchas cosas que no nos gustan. Entre ellas, el fracaso de una sociedad inmersa en su destrucción, la falta de valores, el egoísmo individual y colectivo. Podemos encontrar una sociedad narcisista, gobiernos primitivos, retroceso en las libertades y falta de humanidad. Pero también podemos encontrar luces de esperanza y un hilo de luz que alumbra siempre un mañana mejor.                                   

¿En qué ingredientes reside la fuerza de este libro? 
honestidad y amor por la escritura.

¿Cómo  describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta la última?
Indudablemente estoy contento de la trayectoria a lo largo de los años, la poesía es más limpia y más directa. He conseguido despertar conciencias, dar voz a gente que sufre, dejando a un lado el yo poético de mis inicios. Poco a poco he dejado atrás al poeta que te cuenta su vida para involucrarme en la vida de los que más lo necesitan.

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
"Historia de rebelión y castigo de los moriscos del Reino de Granada". Luis del Mármol Carvajal. Lo elegí porque me apasiona la lectura de libros contados por alguien que vivió la historia en primera persona. Me gusta todo lo relacionado con los moriscos y el siglo XVI.

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Claro, la mente de un poeta no descansa nunca. Ahora estoy sumergido en el comienzo de un nuevo poemario, "La orilla". La orilla es el fin y es el principio, es el margen, es la luz y es la oscuridad.  Si "El afilador de estrellas" surgió como un ser de luz, un luchador que ha sobrevolado el dolor y la esperanza de un mundo real y palpable, "La orilla" es un libro dedicado a las personas que luchan y surcan mares invisibles, los mares del alma. Hay millones de personas con grandes enfermedades surcando océanos interminables en pateras de papel, aferrados a la esperanza, buscando una orilla donde encontrar la paz, la cura, la esperanza o tal vez, la muerte. Estos versos serán un refugio, un bálsamo intentando que las palabras que salen de estas páginas, hablen al lector. La conciencia del mundo está muerta, necesitamos grandes dosis de generosidad para despertarla. Los poetas, desde la antigüedad, hemos sido considerados ángeles. Tenemos que acercarnos al oído de la gente y con sus palabras, su lenguaje, mostrarles que hay otro camino, un camino hacia "La orilla", donde se puede vivir en paz, al menos con uno mismo.