La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

sábado, 14 de enero de 2017

Mi ciudad, por ANTONIO HERNÁNDEZ GARCÍA



Defendiéndola de su hora,
 su tempo es el ópalo de sus desconchones.

Mi ciudad se pregunta porque no quiere ser diferente,
mi ciudad murmura en sus balcones,
tiene ventanas que se parecen a las mías,
sus aleros son de algodón.

La mía es vieja en su tropel,
sus romances son sus excesos,
mi ciudad canta sus aleluyas en la alquimia de  sus cuevas
donde son días sus zaguanes de parra y panjil,
 el preludio de su ataúd  es su arcilla.

Mi ciudad es la sinfonía de sus caños secos,
 el pueblo ha rebajado  sus cañadas vacías
en el filo de sus navajas  echando humo,
buscan su pretérito en la flor del cardo.

Mi ciudad es una ninfa en las fuentes secas,
el vientre de su arcilla  es su duelo desde el camino
de los forasteros, a la puerta de Graná.

Mi barrio sueña despierto en agosto gente,
zambombas en diciembre,
sus heraldos son de barro,
sus cántaros y sus lebrillos fríos.


No pienso dejar aquí mis huesos aunque lo tenga conmigo.

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