para
que entre palabras de chocolate,
y
perfume de flores blancas
que las olas me traiga ese gran amor que un
día marchó.
Buscaría
a Jesucristo.
Rezando
una oración,
para
recibir una visita suya regalándome luz,
cada
vez que el día se me oscurezca...
Brindaré
con la Diosa Afrodita y
nos beberemos, una pócima mágica
para
bañarnos en leche de rosas blancas...
Mi
mayor paz la buscaré, entre música de cuencos tibetanos,
abrazando al gran buda dorado,
con
estrellas de amor y paz.
Y allí
me retiraré en los últimos días de mi vida,
meditando conmigo misma,
conjuntando
mi alma espiritual,
sobre
el baile de un eterno y suave sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario