Ni mañana, ni ayer.
Hasta el recuerdo es presente.
El mañana no está establecido
porque no disponemos de él.
Pródigo, con tristes horas sin broches
donde ves agotarse a veces una flor...
No sufras, presente,
pues tu rostro haces a la moldura de mi frente.
Que no os causen pena
y sea buena nueva
el principio del instante riguroso
pues no hay nada más hermoso
que un golpe de vida bien hallado
haciéndote dichoso o desdichado
en experiencias que el tiempo reduce
a presente...
Procura, ahora que se siente,
volcar las fuerzas
en la providencia del presente.
Pues aun sin fe ni esperanzas
la eterna verdad surge al presente
en entrañas del abismo
que sólo con amor,
al dolor y al fuego ofende,
en el resplandecer del inconstante,
nunca ausente,
con serena luz,
de presente...
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