Derribar el silencio.
Ese silencio cómplice
que anida en las batallas.
La voz muerta, cobarde,
refugiada en la sombra,
la de masturbador
que mira tras la valla.
Derribar el silencio.
El que calla y otorga,
ante las injusticias.
Ese que tiene miedo
y esquiva la mirada.
El que, cuando se duerme,
suda su propia culpa.
Derribar el silencio
que, inerme, se arrincona
como una mosca muerta
en la tela de araña.
Muy auténtico, los silencios matan los derechos a denunciar la corrupción por ejemplo, los silencios es para mirar hacía otro lado de la realidad.
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