La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

martes, 30 de noviembre de 2021

Y AQUÍ ESTOY YO y POEMA INSOMNE, por Isabel Bermejo.

 Y AQUÍ ESTOY YO

 


Me adentro en el pasillo de tus ojos

como si fuera un dolmen,

buscando en los ancestros

un trozo de ternura desvalida.

 

Y, en este encuentro a ciegas,

reviso el horizonte,

una voz carcomida por lo oscuro,

una línea plegada en el vacío.

 

Y asusta la oquedad

silenciosa y precisa de tus ojos,

que me convocan siempre a las heridas.

 

Yo nunca sé si el largo recorrido

me llama o me destruye.

Pero tengo brazos de árbol

en las tardes de lluvia,

cuando el amor no llama

y la palabra hiere a los papeles,

sobre la piel sin nombre

y sin tormenta.

 

Y me adelgazo,

gris, como el otoño,

cansada, a veces,

sola, en la desnuda

penumbra del silencio y de la sombra.

 

Y asusta la oquedad

silenciosa y precisa de tus ojos.

 

***

Del poemario «Conjuración de ausencias»



POEMA INSOMNE



 

Duermen las lavadoras,

los trapos, las aceras,

los niños, los lavabos,

las iglesias, los cines,

y las carnicerías,

los bares, las vitrinas,

las tiendas, los cristales,

las nubes, los carteles.

 

Por el ancho silencio

voy mordiendo a bocados

la larga retahíla

de las cosas dormidas.

Con mis párpados cuento

los minutos de sueño

sustraído en despojos

a los restos del día.

 

Quiero dormir, dormir

un sueño de elefante,

de mamut o de oso

que hiberna en su guarida,

para no computar

más horas, más esperas,

 

más mediáticos tronos

de espumas y saliva.

 

El ritmo del poema,

atroz, como la carne,

espasmódico, duro,

aberrante, contable,

tan lleno de estulticia,

tan solo y desvalido,

tan triste y harapiento...

(El amor, ese monstruo...)

 

Mejor, búscame ayer.

Era un tiempo posible.

 

***

Del poemario «Franja de sombra»

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