La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

domingo, 29 de enero de 2023

ANTIOXIDANTE, por Isabel Rezmo.

 


Debería pararse la vida,

después de una puesta de sol,

después de caer la tarde,

después de  dos besos furtivos.

Después de ser únicos,

después de ser inquebrantables.

 

Deberíamos no olvidar

ni las caricias,

ni las miradas,

ni la sal en las manos,

ni el viento rozando la cara.

 

Cada segundo es una pérdida,

en la ventana se queda,

por la puerta se olvida.

 

Lástima de esta botella de sales

de colores; solo un niño puede

tener el valor de mantenerlas,

vivas.

ABSOLEM (Revista electrónica), Núm. 71, 30 de enero de 2023.


  Revista ABSOLEM, editada en Guadix (GRANADA) 
por la Asociación para la Promoción de la Cultura y el Arte "La Oruga Azul", 
laorugazul2013@gmail.com
ISSN: 2340-8634



SUMARIO



ENTREVISTA: 




ARTÍCULOS: 




MICRORRELATO: 





PINTURA: 




ACRÓSTICO: 




POESÍA: 







RELATO: 








REENCUENTRO, por Pepe Velasco Romero.

 


 


   Nona se encontró con un ser demacrado y viejo; con un hombre consumido por los años, de mirada extraviada y de súplica mal disimulada. Ella, aunque ya casi se había olvidado de él, en un principio creyó que su odio se iba a desatar al contemplarle; pero solo sintió pena… pena por aquel hombrecillo contraído y encogido por los años, sentado en una alta silla de mimbre que, aunque el aseo parecía rondarle a diario atendido por manos mercenarias, un olor a orín rancio envolvía el ambiente impregnando hasta el último rincón.

—¡Toma; lo guardaba tu madre con esmero! —dijo el hombre alargando algo envuelto en un papel manido y viejo.

Nona cogió el pequeño envoltorio y lo abrió despacio. Dentro encontró un pequeño crucifijo ensartado a una cadenilla desgastada y medio rota, a la que faltaba el broche y varios eslabones. Lo contempló extasiada y ausente; un volcán de recuerdos comenzó a fraguarse en su esófago amenazando con invadir todo su pecho.

—¡Es el de tu primera comunión! —intervino el anciano, corroborando lo que Nona ya había recordado—. Lo llevó siempre consigo en una pequeña bolsita enganchada a su cuerpo. Siempre me rogó encarecidamente que te lo diera cuando ella se fuera, y yo no he querido faltar a su última voluntad.

 A Nona le sobraban las explicaciones del hombre: lo había reconocido al instante. Aún se acordaba de cómo se produjo la rotura de la cadena. Había forcejeado con su amiga María… casi un conato de pelea que los adultos sofocaron al instante. Su amiga había enganchado con sus dedos la cadenilla y esta se había roto. Ella siempre creyó que se había extraviado entonces; pero su madre la había recogido con extremo cariño.

Aunque no era de mucho valor material, supuso para la mujer el más preciado tesoro que hubiera podido guardar de un ser tan querido. A Nona se le humedecieron los ojos; aunque no quería darle el gusto de que él la viera llorar y se contuvo con todas sus fuerzas, no obstante, no pudo contener una lágrima persistente y errática.

Se volvió despacio y encaminó sus pasos hacia la salida sin apenas despedirse del hombre. No quería seguir recordando su amargo pasado junto a él ni los incontables sufrimientos que indefiniblemente había infligido a su madre; pero... Nona pensó que no todo iba a ser iniquidad y maldad en aquel hombre. Algo de humanidad quedaría en él cuando fue capaz de indagar hasta poder ponerse en contacto con ella para cumplir la última voluntad de su difunta esposa.

La mujer se paró junto a la entrada, se quedó meditabunda durante unos instantes y volviendo sobre sus pasos se plantó ante él mirándole fijamente a los ojos. El viejo le sostuvo la mirada durante breves instantes; después desvió sus ojos y bajó su cabeza, quedando su mirada prendida en un punto indeterminado del suelo, entre el bastón que de forma cotidiana le servía de sustento y de apoyo y sus desgastadas zapatillas. Nona se inclinó hacia él y besó su arrugada mejilla con decisión.

—¡Gracias por guardarme este recuerdo! —le musitó quedamente.

Él se arrugó sobre sí. Se arrebujó lo más que pudo, como si el gesto y la decisión de ella le hubieran desalmado y desinflado su orgullo perenne y estúpido; como si esto le hiciera sentirse desvalido e indefenso ante ella.

En los ojos del anciano, como si de una fuente largamente reseca se tratara, comenzó a dibujarse la humedad de nuevo y a manar una fina y clara gota que se deslizó a través de su agrietado rostro. La barbilla le comenzó a temblar y la apoyó en su bastón, el que sujetaba con sus manos sarmentosas y salpicadas de manchas debido a sus ya cansadas células cutáneas, a la vejez y los años...

Trató sin éxito de fijar su mirada en la aún atractiva y agraciada mujer que él conociera y tantas veces castigara y flagelara siendo ella aún una chiquilla; pero no fue capaz de dejarla prendida a la de ella; más cuando Nona había tenido ese gesto de perdón tan esporádico y explícito para con él.

A Nona, aquel estado de extrema humillación e indefensión del anciano, a la vez que produjo en ella vergüenza ajena, desató en su interior una especie de morboso regocijo; luego, sintió lastima. Tanto tiempo recordando con rabia e impotencia sus sinrazones y palizas y ahora, cuando se le brindaba la oportunidad mejor de vengarse, no había sido capaz ni había tenido fuerzas para ello. Es más: por unos instantes se sintió culpable, como un ser desalmado y ruin, como ella siempre había pensado que era aquel hombre.

—¿Dónde están mis hermanos? —preguntó Nona, más por romper la tensión y línea movediza por donde se deslizaba la situación que por verdadero interés en sonsacar al viejo.

Ella sabía casi con certeza que entre ellos y el viejo no existía relación alguna desde hacía bastante tiempo.

—¡No lo sé...! —musitó el hombre—. Apenas han venido. Ellos estuvieron en el funeral de tu madre, pero apenas hablaron conmigo —prosiguió—. Ellos solo intentaron sacarme dinero; sobre todo Ángel.

—¿No le han preguntado nunca por mí?

El hombre calló por respuesta y sus ojos ahora chispearon, como si una fuerza o energía extrínseca a él le hubiera insuflado la vitalidad y altanería de años atrás. Luego habló despacio, casi en un susurro, como si estuviera rumiando una sorda amenaza o rememorando una humillación u ofensa sufrida tiempo atrás.

 —¡Sí...! ¡Sí me han preguntado por ti! —prosiguió el viejo al fin; pero mascando las palabras, como si le costara un enorme trabajo decir aquello—. Durante todo este tiempo fue mi mayor martirio. Cuando eran pequeños, a cada momento del día ellos me preguntaban por qué te habías ido. Luego, cuando fueron mayores e intuyeron el porqué de tu marcha, les hizo distanciarse de mí y me odiaron en silencio, por creerme el instigador y último responsable de los sufrimientos de su hermana… y por haberles privado de tu compañía.

»Yo, en un principio, creí que tu madre les imbuía estos sentimientos; pero pronto comprendí que ella me temía demasiado para esto, y eso me hizo odiarte. Durante todo este tiempo no he podido borrar el fantasma de tu ausencia y me mortificaba a mí mismo por haberte mitificado de cara a ellos.

El viejo se fue desinflando, se fue apagando su voz, como si la energía que le sustentara se fuera acabando, y de pronto cayó de nuevo en el más absoluto mutismo. Nona lo observó por última vez; dio media vuelta y se alejó despacio, sin volver la cabeza...

El natural contoneo de la mujer hizo babear de forma libidinosa al viejo, en quien —a pesar de todos los contrapuestos sentimientos que pugnaban dentro de él— primó la lascivia acumulada a lo largo de los años hacia ella. Nona sintió su sucia mirada clavada en sus nalgas, pero lo ignoró y continuó su camino con paso firme y sin inmutarse siquiera.

El viejo, una vez ella hubo doblado la esquina, llevó la mano a su entrepierna y palpó con ansia. Sacó a la luz su a medias despertado atributo masculino, durante tanto tiempo mustio y flácido, y comenzó a intentar masturbase como un poseso.

Nona enfiló el mismo camino que aquella lejana mañana de invierno, tanto tiempo atrás, y fue rememorando con nostalgia, no exenta de tristeza, cada paso de aquel aciago día.

 

viernes, 27 de enero de 2023

HIBERNAR (Acróstico), por Dori Hernández Montalbán.





Hibernando

Invocas a la poesía

Borras el dolor

Ensanchas la geometría del abrazo

Resistes las inclemencias

Nada exterior a ti te entristece

Amas

Renaces del silencio

 

miércoles, 25 de enero de 2023

VIDEOMENSAJE DE UN ADMINISTRADOR DE FINCAS A LA COMUNIDAD DE VECINOS , por Eduardo Moreno Alarcón.

 


Estimados propietarios de General Yagüe 2, al que Dios tenga en su gloria: permitidme, en primer lugar, como administrador vuestro que soy, que os trasmita un mensaje de compromiso con mi vocación de servir a esta comunidad con lealtad, responsabilidad y total entrega. Por tanto, os agradezco que me permitáis compartir con vosotros unos minutos en esta noche tan especial de reunión ordinaria. Se dice, y es verdad, que el mundo no vive tiempos fáciles. Quizás nunca lo sean del todo pero los actuales son, sin duda, tiempos de mucha incertidumbre. De cambios profundos y acelerados en muchos ámbitos que provocan preocupación e inquietud tanto dentro como fuera de nuestra agrupación. Todo cuanto hemos logrado, a lo largo de estas décadas, no se ha generado de manera espontánea; es el resultado del proyecto común de decenas de vecinos con una idea clara y unívoca de su comunidad. Así, unidos, hemos forjado un bloque ejemplar, el número 2. Las consecuencias para nuestra propia cohesión como comunidad de propietarios, siempre se han visto amenazadas por problemas de la más diversa índole: las viejas calderas, los excrementos caninos o las invasiones perro flautistas, son sólo algunas de las serias preocupaciones que tenemos en la comunidad de propietarios de General Yagüe 2, que Dios guarde en su gloria. Pero ahora, por desgracia, nos enfrentamos a un nuevo tipo de amenaza: el ruido. Un mal como jamás había conocido el portal número 2. El progreso de una comunidad depende en gran medida del carácter de sus vecinos. Es por eso que ahora, estimados propietarios, os pido fortaleza, templanza y convicción para enfrentar al enemigo. No ha de temblarnos el pulso. Es absolutamente imprescindible acabar con el ruido antes de que este acabe con nosotros. Nosotros, que hemos levantado, entre todos, con tanto sudor, una comunidad de vecinos fuerte, saneada y ejemplar.

El ruido amenaza con destruir nuestra entidad, torpedeando el edificio de manera intolerable. Nosotros, trabajadores decentes que madrugamos, no podemos permitir que el ruido nos quite horas de sueño o nos impida comunicarnos con nuestros hijos. El ruido, esto quiero recalcarlo, va contra la esencia de todo lo que tanto tiempo nos ha costado construir. Y no hay más solución que acabar con él. Para siempre y de raíz, cueste lo que cueste.

El tiempo no se detiene. Y esta comunidad no puede quedarse inmóvil ni ir por detrás de los acontecimientos. Tiene que seguir recorriendo su camino mirando siempre hacia el futuro. Avancemos con ambición. Confiemos en nosotros mismos, en los valores compartidos por esta comunidad. Por delante, tenemos un horizonte de oportunidades. No trunquemos las esperanzas de futuras generaciones. De todas las propuestas barajadas, la idea de levantar un muro insonorizado parece la más viable, barata y efectiva.

Pensemos en grande. Todos juntos. ¡Insonoricemos!

Así pues, permitidme que os felicite por la decisión que habéis tomado. Un ejemplo de fortaleza para el resto del barrio. Hoy, queridos vecinos, comienza una nueva era para todos.

Vivan las cuotas.

 

domingo, 22 de enero de 2023

BASES II CERTAMEN ARBOLES 2023

 




   Se convoca II Certamen público para escolares y jóvenes sobre la siguiente temática:

         ÁRBOLES, AGRICULTURA y MEDIO AMBIENTE

La convocatoria contempla tres técnicas y dos modalidades

Técnicas:  Poesía, cuento o diseño

Modalidades: Escolares de 12-15 años, y

Jóvenes de 16-30 años.

          Los trabajos en las técnicas de poesía, cuento o prosa, podrán ser manuscritos en letra clara o impresa, 20 versos como máximo en poesía, y una cara de A4 para el cuento o prosa.

         Para el diseño se pueden utilizar distintas técnicas: dibujo, pintura, acuarela, fotografía, diseño digital, mixto, en tamaño A3, haciendo constar en todos los trabajos, en la parte posterior: Nombre y apellidos, edad, teléfono, con SMS o whassap. Centro educativo. Vecindad.

La temática que inspirará los trabajos será relacionada con: Los árboles, la agricultura o el medio ambiente.

         Requisitos: Podrán presentarse a este certamen las personas comprendidas en las edades señaladas, siempre que vivan en Guadix y comarca.

         Premios:  Habrá Premios para los mejores trabajos con material de montaña, Multiaventura, Ruta por el Geoparque,  libros, plantas, y alimentos de calidad de la comarca. Se premiarán los trabajos presentados más originales.  Habrá obsequios para todos los participantes, y una invitación a una jornada de convivencia en el campo, con plantación de árboles o plantas.

         Se organizará una exposición de los mejores trabajos.

         Plazo de presentación hasta el 27 de Febrero de 2023, en la sede del Instituto, Escuela de Arte o Biblioteca de Guadix.

Todos los participantes aceptan las reglas de este certamen y la valoración del jurado.

         Organiza: Asociación Co-marca Guadix Natural

Colaboran: La oruga azul y Centros educativos.


HABLANDO DE LETRAS CON JAVIER ÁLVAREZ.

 


Forma parte de la nueva generación de cantautores madrileños que surgió en la década de 1990, en la que se incluyen también otros como Antonio de Pinto, Ismael Serrano, Miguel Dantart o Quique González.

Tras estudiar Filología Inglesa comenzó a actuar en el metro de Madrid y en el parque del Retiro. Con el tiempo pasó a ser habitual en el repertorio de bares y cafés como el Libertad 8, donde coincidió con otros cantautores como Pedro Guerra.

En el Colegio Mayor San Juan Evangelista interpretó como actor —no como cantante— la obra El balcón de Jean Genet, cuya versión de Pedro Manuel Víllora dirigía Belén Macías. El productor Gonzalo Benavides se fija en él en una de sus actuaciones en el Retiro, ofreciéndole grabar su primer disco en 1994.

  

1 ¿Qué vino para ti primero, la poesía o la música? Cuéntanos tus inicios con ambas cosas.

 

Por un lado, la música y por otro, la poesía. Son dos caminos que a veces convergen, cuando ello sucede, es el no va más. Siempre he escrito palabras, desde la infancia, y melodías también rondaban. Lo de mi primer disco fue un estallido espontáneo en toda regla

 

2 ¿Qué cosas inspiran tus canciones? Cuéntanos la historia de alguna significativa.

 

Todo inspira. Pero hay dos ámbitos: lo intelectual y lo espiritual.  Siendo estudioso y humilde aprendiz de ambos, me importa más lo puramente musical y espiritual. Siendo cuasi filólogo, paradójicamente, siempre sigo a los que me escuchan que no presto atención a la letra.

 

3 ¿Eres el novio de la muerte? ¿Qué te movió a versionar esta canción?

 

Ni novio ni novia. Fueron mis jefas supremas, las musas, las que lo ordenaron, como todo hasta el momento en mi carrera.

 

4 Tu voz es la dulce herida que escuece desde el principio al final de una canción, en el caso de la canción “Padre” ¿Por qué crees que escoció tanto este tema; tal vez con ella pusiste un espejo en frente a la sociedad, que es hipócrita e injusta?

 

Pongo toda la atención en que cualquier mensaje que pueda contener o sugerir algo que digo esté siempre arropado por la luz y el agua. Si escuece es porque hay herida. Pero la música sólo cura. Siempre.

 

5 ¿Qué te decepciona del mundo de la fama?

 

Siendo bastante mitómano, jamás me ha interesado lo más mínimo más que como mero espectador.

 

6 ¿Con qué sueña Javier Álvarez?

 

Con absolutamente todo