La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

jueves, 14 de julio de 2016

Amores que matan, por ÁNGEL E. MARTÍNEZ MÁRQUEZ.




Hay amores que matan, amores que mueren, amores que sanan, amores que resucitan, hay amor propio, amor espigado, amantes y amados. Hay amor a raudales y amor interesado. Ay amor mío qué me has dado. Amor, un día nos amamos para siempre. Amor tan inmenso como el mar. Imposibles, implosivos y explosivos. Amor y no la guerra, Amantísimos y amadísimos. Amo luego existo. Amor sin fin. Aún no te amo pero estoy en ello. El Amadís de Gaula por si acaso. Los amantes de Teruel. Amores imposibles, posiblemente la amo. Yo te amé, fíjate. Amor propio. Al prójimo. Seguro que acabarás amándome. Qué bonito es el amor más que nada en primavera. ¿Me amas? Te amo. Te amaría. ¿Me acabarás amando?. ¿Amor? ¿Qué? ¡Nada!. Amantes discretos, amantes excesivos, amor absorbente. Ama, que no es poco. Amor de madre, de hijo, de sobrino, ¿de suegra?. Amaos los unos a, bajo, con, entre, para, por, sobre ó tras los otros. ¿Habéis oído hablar de algo tan versátil como el amor?

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