Ha mudado tu muerte
mi corazón en pájaro.
Si ves que me acerco demasiado
a libar la flor de las lilas,
y estoy llorando,
baila.
Si
una pared cubierta
de enredaderas
traicionan la costumbre
de tu patria azul.
La bugambilla arremete con sus flores
y confunde el aroma del jazmin
al sol de tu bandera.
En la alberca,
baila
el mar,
con el repique, el chico.
Deja que el vuelo levante
la tarde,
que no anochezca nunca
este candombe.
Abril es tan hermoso.
Pero no hay primavera
sin las
llamadas.
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