Busco un poco de oro,
o tal vez una diminuta esmeralda,
seguramente podre encontrar un pequeño tesoro.
¿La suerte?
30 metros bajo tierra vine a probarla,
el sueño de un futuro rodeado de dinero me ha traído,
en medio de las negras rocas busco el brillo del oro
o de algo que sea tan precioso como lo que he dejado por él.
acá ni el día ni la noche
existen,
solo el agotamiento me lleva a dormir,
el polvo y la ilusión de tener fortuna me despiertan.
¿El amor? espero me aguarde,
¿los sueños? La ambición tal vez ya los mató,
¿mi vida? aun no la entiendo,
¿el oro? aun no lo encuentro.
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