Con este pañuelo blanco
Con
este pañuelo blanco,
borrar quiero
la
arruga que cruza a veces
tu
frente recia
a la
tarde,
tormenta
negra sin rayos,
aguacero
ácido;
los
garabatos inciertos
que, a
bolígrafo de sangre,
rayan
tu esencia morena…
borrar
quiero.
noches
de sábana agria,
de sofá
vapuleado,
de
televisión rancia,
días de
insomnio encostrado…
borrar
quiero.
La hiel
que van destilando
los
licores de las dudas,
la
amargura de la cáscara
que
lleva envuelta la culpa,
aunque
ésta sea inventada,
el óleo
resquebrajado
de
futuros imperfectos
con
este pañuelo blanco,
que no
es más que otros pañuelos,
y que
no pretende serlo…
pero es
el que yo tengo…
Con
este pañuelo blanco,
ya lo
sabes…
Borrar
quiero.
Sobre la mesa pongo un corazón.
Sobre
la mesa pongo un corazón;
puedes
usarlo para lo que quieras.
con
dulce acento,
sabe
querer.
Lo dejo
aquí a tu alcance,
para
cuando antojes;
te va a
servir de hombro o de almohada,
de
alimento tierno, de cobijo;
hazte una
casa con él,
con
jardín, con flores
y sin
verjas,
con
puertas abiertas y ventanas frescas,
usalo a
placer, que te lo presto.
sobre
la mesa está, te lo dedico,
podrás
acariciarlo y apretarlo
contra
tu pecho, como un peluche tierno;
no te
mancharás, te lo prometo,
que lo
he limpiado antes de ofrecerlo.
sobre
la mesa está mi corazón;
tuyo
será,
si lo
deseas.
Como nadar en chocolate...
Como
nadar en chocolate templado,
con los
párpados vencidos
de un
sopor tibio, almibarado,
es
quererte desde lejos
es
sentir tu pulso vivo sin tacto,
pegado
por dentro a las dúctiles paredes
de este
corazón
tan
grande
que
quedó casi inundado
del
temblor trémulo de tus labios
de
hombre.
Como
caer sin fin en almohada de plumas,
eternas
y mullidas,
bajando
desde ti a los cielos
y quedar allí incrustado sin dolor
es
guardarte mis mejores sueños….
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