El hombre cruza el pedernal del bosque,
la senda de la nada,
el caos del miedo,
el magma de lo oscuro,
con su paso levísimo.
Como quien besa el corazón del agua
sin marchitar apenas su materia
líquida, palpitante.
la senda de la nada,
el caos del miedo,
el magma de lo oscuro,
con su paso levísimo.
Como quien besa el corazón del agua
sin marchitar apenas su materia
líquida, palpitante.
Escribe su destino
en el rumor latiente de las hojas
donde la lengua del amor restalla
y el dolor débilmente
con el temblor de un pájaro germina.
Lenguajes que estremecen,
con su roce,
la carne.
en el rumor latiente de las hojas
donde la lengua del amor restalla
y el dolor débilmente
con el temblor de un pájaro germina.
Lenguajes que estremecen,
con su roce,
la carne.
El hombre se desviste,
contempla su hermosura,
la música interior,
la llaga abierta,
esclavo indócil de los sueños rotos.
contempla su hermosura,
la música interior,
la llaga abierta,
esclavo indócil de los sueños rotos.
Poesía,
luz eterna,
ya somos como eres,
tristes hasta el delirio y bienaventurados.
luz eterna,
ya somos como eres,
tristes hasta el delirio y bienaventurados.
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