La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

martes, 22 de abril de 2025

Entrevista a Josefina Martos Peregrín, autora de "Cuentos desobedientes seguidos de Malabarismos.


 

Háblanos un poco de ti como escritora.

Desde la infancia mantengo la costumbre de observar a mi alrededor, lo que sucede y lo que no sucede. No constituye un mérito especial, mi timidez y mi deficiente adaptación al medio me han llevado desde siempre a la introversión, al deseo de ocultación de mi persona para mirar desde cualquier rincón. He sufrido por mi manera de ser, todavía me cuesta aceptarme; si no hubiera sido por la literatura, y otras artes, no habría sobrevivido.

Para escribir preciso soledad, pero, a la vez, me ayuda a vencer a la soledad, a salir de mí misma y comunicarme con el exterior, con personas conocidas o desconocidas.

Trabajar buscando la belleza, la expresión justa, la palabra huida, supone un privilegio que agradezco cada día, a la Vida, a ese Dios en el que no creo, al Azar.


¿Qué podemos encontrar en este libro?

Cuentos desobedientes seguidos de Malabarismos comprende en su primera parte, un conjunto de cuarenta y nueve narraciones de extensión varia y carácter heterogéneo, con dos rasgos comunes: el afán de encarnar en seres y circunstancias diferentes, y una prosa cuidada, adaptada al asunto.

En la segunda parte, “Malabarismos”, despliego un abanico de textos muy breves nacidos de mi gusto por lo lúdico. Con el nombre de “Aventurismos” designo a aquellos compuestos con palabras que reúnen las cinco vocales, como el propio término “Aventurismo”. En “Rescates”, ayudándome del diccionario de la RAE y el María Moliner, recupero palabras en peligro de extinción, o tristemente extinguidas, para formar pequeñas historias.


¿Por qué elegiste ese título?

En primer lugar, elegí calificarlos como “Desobedientes” porque prescindo de normas coercitivas a la hora de escribir relatos, microrrelatos o narraciones de cualquier tipo. Miro en Internet y encuentro innumerables decálogos: me niego a su aplicación. Las normas son útiles para el principiante, pero no para quien, como yo, cuenta con un largo rodaje en el campo de la narrativa.

En suma, son desobedientes porque los he escrito a mi antojo, tomando en cuenta únicamente la eficacia expresiva, el ritmo y la adecuación al motivo imaginado.

En cuanto a los “Aventurismos”, son puro juego, trabajo de ingenio, pero también algo más: descubrimiento, recuperación, humor.


 ¿Qué aporta la literatura al mundo?

La literatura aporta verdad y ficción, testimonio y fantasía. Y viajes en el tiempo; por ejemplo, leer el Conde Lucanor es la mejor manera de visitar el siglo XIV.

Medios para expandir la personalidad, y para reducirla si la tenemos demasiado crecida.

Compañía. Juego. Locura. Sensatez.

 La literatura añade vida a la vida.


 ¿Si tuvieras que elegir un título para este texto, cómo lo  llamarías?

 

Llegué sin reserva porque para eso soy cliente habitual, pero no quisieron darme la única habitación que les quedaba. A regañadientes me entregaron la llave y se ofrecieron a buscarme una suite en otro hotel de la cadena, mas yo estaba muy cansado y subí sin hacerles caso.

La decoración no era la misma de las otras habitaciones: las paredes estaban llenas de crucifijos y los espejos apenas reflejaban mis movimientos. Recién cuando me eché en la cama reparé en la pintura del techo: un Cristo viejo y enfermo que me miraba sobrecogido. Me dormí con la inexplicable sensación de sentirme amortajado.

Un clavo de frío me despertó, y junto a la cama una mujer de niebla me dijo con infinita tristeza: «¿Por qué has sido tan imprudente? Ahora te quedas tú». Desde entonces sigo esperando que venga otro, para despertarlo con mis dedos de hielo y poder dormir de una vez.


Le pondría el título: Cliente fijo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario