La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

martes, 22 de abril de 2025

Entrevista a Ángel Fábregas, autor de "Misteriosa madre".


 


Háblanos un poco de ti.

Yo siempre he escrito un poco, desde chico, pasando por la adolescencia y su lírica atormentada, claro, pero en serio no he escrito hasta los cuarenta años y pico, soy escritor tardío y de alguna forma periférico, he llegado a esto de manera un tanto intrincada, desde una actividad que no me hacía fácil escribir con cierto método y concentración, aunque a decir verdad, tampoco tengo un método ahora, a diferencia de tantos escritores. Disfruto mucho escribiendo, incluso cuando sufro, algún rasgo masoquista poseeré; también disfruto de la documentación, cosa que a bastantes escritores aburre. Otra cosa es la corrección, que como a todos, llega a agotarme, aunque si uno quiere hacer algo que tenga algún valor, sin trabajar mucho suele ser que no.

Tengo publicadas tres novelas de diversa factura y temática, aparte de mi último libro de relatos. Trato de no repetirme, incluido el estilo; será por eso de la búsqueda de la voz propia, pero no solo por eso. Detesto repetir fórmulas, aunque inevitablemente a veces uno caiga en reiteraciones de fondo y forma. Cada cual es un pequeño mundo que trata de expandirse, y la experiencia propia, aún teniendo ya unos añitos, no es ilimitada, ni los recursos, qué más quisiera uno.


¿Qué podemos encontrar en este libro?

Misteriosa madre es mi primer libro de relatos cortos. Los textos, desde cuentos más clásicos a los textos más personales y reflexivos del final, están escritos en tonos diversos e inspirados en tradiciones literarias distintas que trato de celebrar, desde Irving a Poe o Cortázar.

La sustancia de todos ellos proviene de mi infancia y mi relación con la tierra y la cultura popular mediterránea encarnada en un valle sureño de la provincia de Granada, situado en la costa interior, el valle del río de la Toba, municipio de Los Guájares. También hay relatos de carácter más histórico que tratan de explorar su posibilidad legendaria y mágica.

Los cuentos establecen, desde una crónica inicial, una suerte de relación de vasos comunicantes que intenta jugar con mi memoria, el tiempo en ese valle, su historia y lo fabuloso. Desde mi subjetividad trato de indagar en la memoria colectiva, recordando formas de vida y relaciones que están en vías de extinción, como aquellos miedos infantiles de mi generación y las anteriores, que encarnan en los fantasmas, trasgos y espíritus que aparecen por el libro, aquellos miedos infantiles ya desaparecidos y que aquí poseen un cierto sentido elegíaco, funcionan de alguna manera como metáfora de lo que fuimos como colectividad en ese entorno rural. También trato de explorar la posibilidad legendaria de la historia, como he dicho, y de personajes que no son solo de ficción, aunque yo conduzca a un espacio mítico. Por otra parte, hay un par de relatos distópicos que hablan de miedos más contemporáneos y ejercen de cierto contrapunto.

Todo ese crisol de tonos y asuntos puede resultar discordante en principio, pero fue elaborado con el propósito de comprobar su efecto total. Los textos se pueden leer de forma independiente, pero funcionan como un todo. La coda es un relato con otros posibles finales para cada uno de ellos. Realidad, ficción y posibilidad jugando con todo ello en un espacio concreto a través del tiempo, desde el origen y hacia el futuro. Para mí supone un religarme a la tierra y la memoria a través de la literatura, y compartirlo con el lector intentando conectar con su memoria y en todo caso con su emoción, claro.

Por lo demás, en la última parte también aparece cierto  ánimo crítico que encarno en reflexiones irónicas sobre determinados aspectos deshumanizadores de la cultura contemporánea.

 

¿Por qué elegiste ese título?

El título de “ Misteriosa madre” proviene de uno de los versículos del Tao Te King, de Lao Tse , que cito al principio del libro “, “ El espíritu del valle no muere, es la misteriosa madre…..” perseverando sin cesar, obra sin descanso”.

Durante la escritura de los relatos, que se extendió durante un par de años, se me cruzó casualmente esa cita y yo no daba crédito a que algo escrito hace siglos en una cultura tan lejana y aparentemente ajena, se ajustara tanto a mi propósito y de alguna forma lo definiera. Ciertamente nos envuelve el misterio, aunque tampoco quiero decir que me estuviera esperando el título desde que Lao Tse escribió ese versículo, jejeje, pero por qué no pensarlo, es estimulante.

La otra cita pertenece a Borges y la traje a colación porque también le iba perfectamente a mi idea del libro , “ Repetidas veces me dije que no hay otro enigma que el tiempo, esa infinita urdimbre del ayer, del hoy, del porvenir, del siempre y del nunca” .

 

¿Qué aporta la literatura al mundo?

Menuda pregunta. Habría que decir algunas cosas sobre eso.  Además de habitar otros mundos y vivir las vidas que nos están vedadas, idea ampliamente extendida y muy cierta, tiene tantas derivaciones el asunto que uno podría enredarse de manera irremediable e interminable. La cuestión se podría englobar en la más amplia de qué aporta el arte al mundo, a la existencia humana. Casi nada.

Yo solo diré algo sobre lo que más me interesa. Es un asunto de ida y vuelta. La creación artística, en este caso si nos ceñimos a la literatura, supone que quien escribe, desde su percepción y su mirada de las cosas, pretende compartir su universo, su emoción, e interpelar a quien lee, inquietarlo, etc. Cada obra tiene distintas motivaciones para quien la escribe, o no tiene por qué tenerlas tan claras.

En ese viaje, los lectores hacen suya la obra y la completan en su mundo y con su mundo. Esa para mí es la cuestión esencial, penetrar en la emoción del otro o los otros y cerrar el círculo abierto de la obra artística que no se completa sin quien mira o quien lee. Por tanto, si no existe esa interacción activa fecundadora entre el autor, su obra y a quien va dirigida, la historia no ha funcionado bien por lo que sea. La mayoría de las veces ocurre que con unas personas funciona y con otras no, depende del mundo de cada cual e incluso del momento en el que se lee. A partir de ese maravilloso hecho de compartir emoción, el aporte al mundo de cada cual puede ser muy variado, y por derivación a la sociedad humana. Desde la capacidad de remover conciencias y modificar actitudes al efecto terapéutico en quien escribe y quien lee, entre otras cuestiones, pero me extendería mucho y creo que ya va bien.


Si tuvieras que elegir un título para este texto ¿Cómo lo llamarías?

 Llegué sin reserva porque para eso soy cliente habitual, pero no quisieron darme la única habitación que les quedaba. A regañadientes me entregaron la llave y se ofrecieron a buscarme una suite en otro hotel de la cadena, mas yo estaba muy cansado y subí sin hacerles caso.

La decoración no era la misma de las otras habitaciones: las paredes estaban llenas de crucifijos y los espejos apenas reflejaban mis movimientos. Recién cuando me eché en la cama reparé en la pintura del techo: un Cristo viejo y enfermo que me miraba sobrecogido. Me dormí con la inexplicable sensación de sentirme amortajado.

Un clavo de frío me despertó, y junto a la cama una mujer de niebla me dijo con infinita tristeza: «¿Por qué has sido tan imprudente? Ahora te quedas tú». Desde entonces sigo esperando que venga otro, para despertarlo con mis dedos de hielo y poder dormir de una vez.


Me gusta ese texto, es inquietante en extremo. Mi títulos, por decir algunos, serían “ Reflejo”, “ Espejo” o quizá “Azogue”, mejor este.

No hay comentarios:

Publicar un comentario