Me quedé sin palabras,
solo quería mirarte,
delinear cada poro de
tu piel,
navegar en la ternura
de tu rostro,
imaginar que mis labios disfrutaban de la dulzura de tus labios.
Me quedé sin comprender
el paso del tiempo,
sintiendo que pasaba demasiado rápido,
comprendiendo que cada
segundo era el más valioso,
queriendo tatuar tu rostro como mi más apreciado recuerdo,
me que sin argumentos,
para evitar que te fueras
dejando en mi ojos la
más bella imagen
causando en mi cuerpo
el más profundo suspiro
escribiendo en mi
vida infinitos versos.
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