La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

martes, 15 de mayo de 2018

DIVERGENTES, por Isabel Pérez Aranda.




Nunca supo el secreto, sus vidas transcurrieron en línea a sus estrictos deseos, amistades las justas y sin muchas concesiones, nunca demasiado tiempo en un lugar, siempre lejos de la familia, prácticamente sin relación. Viajaron cuanto pudieron, en una época en la que ser diferente conllevaba cierta discreción, aún así, desarrollaron un sexto sentido capaz de entrever en un solo gesto el rechazo, eso les hizo muy peculiares, o quizás ya lo eran; su exquisita forma de vestir, las veladas en los mejores restaurantes, donde alguna que otra vez compartían con devotos iguales, disfrutar de lo mejor era su apuesta de vida. Nunca supe su secreto, aunque a veces lo intuí, realmente no importaba, hubo pasión
y amor incondicional, deseos concretados y un lugar con vistas donde permanecer eternamente.


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