No, nunca me preguntes
por el ayer o qué hice
ayer... en ese
espacio sin sentidos
abatidos antes de saber
contar el número cinco
encontrar el sexto
sentido bajo el ala
de tu abrigo.
Ayer era ese tiempo
de nadie
lugar de nadie
estepa baldía
perdida en los aceres
de los nunca en mi tacto
manos sin preguntas
estar sin horizonte.
No... nunca me preguntes
qué fue de mi ayer
lugar de pasos vacios
sin regreso hasta encontrar
en mi olfato la sutileza
de tu olor a romero
en -tu pelo-
No... nunca me preguntes
el manantial de dolor
de mis retinas
la destemplada
mirada
el número y calle
del burdel para ahogar
la ceguera de mis ojos
antes de...
antes de tu mirada
en la prehistoria del paladar
cuando mi boca aún
no era boca
gusto y deleite
gozo y resaberme
en la tuya
No... nunca me preguntes
que fui
qué hice
que leí
que escuché
en los cinco sentidos
de la vida...
Sin ti... ella nunca tuvo
sentido: ni uno ni dos
ni tres ni cinco
tan solo tú diste
todo sentidos
los cinco y el sexto
sentido a mi vida
porque sin tu piel
no era nada,
sin tu tacto y sabor
vida mía...
Nada...
Yo no existía.
gracias Carmen un honor estar aquí
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