Como un fanal en infantil
pupila
tierna la luz, desgarra la pantalla,
mientras mi madre sólo
dice "calla"
en nuestros ojos la imagen titila.
Como un desgarro de inocencia hila
aquella vida triste,
tan canalla
aquellos años que ilusión acalla
de misa y sermón, de pecado y pila.
Una ventana en haces luminosos,
abierta a que mi corazón adivine
entre niños de alboroto ruidoso,
la mágica frontera que fulmine
nuestro amargo existir doloroso
la primera vez, yo con ella y el cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario