Entorné los ojos y apareció mi montaña, una montaña
llena, llena de penas y alegrías, hambre y sobras, egoísmo y caridad. En torno a
abuelos, padres e hijos, entre la orfandad y el amparo, la sinrazón y el
respeto. Lugar donde el animal se manifiesta y desaparece. Rodeado de flora caduca y perenne. En mi mundo, mundo
donde amanece y al final llega el crepúsculo.
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