Me
llamo Julio Fernández y hoy os voy a hablar de fútbol; ese deporte
en el que cuando tu equipo gana es el mejor del mundo pero, sin
embargo, cuando tu equipo pierde vas y dices:
- ¡Buah! ¡No sé cómo es posible que a esos cojos les paguen quince millones de euros al año!
Y
luego están los chaqueteros, que en un momento dado dicen:
–
¡Va a ganar la Liga el
Barça!
Y
en el momento en el que pierde un partido y gana la Liga el Madrid
van y comentan:
–
Ya decía yo que iba a ganar
la Liga el Madrid…
Y
también están las Copas, que siempre pasa lo mismo. Si te toca el
Madrid, gritas:
–
¡Esto es un asco!
Y
si te toca el Celta de Vigo, exclamas:
– ¡Vamos! ¡A por ellos!
Y
por supuesto tenemos a la selección nacional, que un año te está
dando la alegría más grande de tu vida ganando el Mundial y al año
siguiente pierde en la fase de grupos y se te queda esta cara:
Luego
está el asunto de los jugadores. Los hay que lo fallan todo y no
sirven para nada, pero que juegan el partidazo de su vida justo
cuando se enfrentan a esos equipos que son los más importantes;
también están los que en vez de tiros directos y meter goles se
ponen a hacer el tonto y por supuesto esos que se quedan
completamente solos delante del portero y… fallan.
A
pesar de todo, el fútbol es un deporte divertido y apasionante.
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