Háblanos un poco de ti.
Nacido en Granada, de familia de las Viñas de Gor, tan cerquita de Guadix. Nada me mueve como la literatura… necesito escribir cada día de mi vida para sentirme bien. Me mantengo en una disciplina espartana que no me pesa por esa pasión por la escritura que inunda todo. Los géneros en los que más cómodo me muevo son la novela, el relato, el teatro o el aforismo.
¿Qué podemos encontrar entre las páginas de La mano muerta y otros relatos de azúcar y fuego?
El subtítulo de “otros relatos de azúcar y fuego” anuncia el tono de lo que he escrito: en los relatos hay fuerza, destrucción y desasosiego, pero también dulzura, fe en el cambio, ilusión... la idea era crear unos relatos cortos en los que la muerte fuera el hilo conductor, pero vista desde múltiples perspectivas y situaciones. Ninguno de los relatos repite contexto o temática, como si cada uno de ellos fuera un libro en sí mismo. La editora está entusiasmada con el libro y yo también, creo que pueden gustar mucho porque tienen algún componente mágico que provoca que quieras releerlos.
¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?
En que son historias muy humanas, cotidianas, en las que el lector se puede ver muy identificado: un divorcio traumático, el amor no correspondido, la tristeza de la vida en soledad, el amor incondicional por los hijos… son temas que llegan porque son muy de verdad.
¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?
He tenido la suerte de poder mantener una continuidad en librerías, que me ha permitido seguir ganando lectores, con grandes alegrías como las novelas La piel del lagarto o El jardín herido, con buena difusión y recepción. Solamente puedo mostrarme agradecido por el cariño que los lectores me demuestran, y la atención que he recibido de los jurados de premios y editoriales.
¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
He terminado este fin de semana una obra que me ha maravillado: Abel, de Alessandro Baricco. Lleva como subtítulo «un western metafísico» y es un auténtico logro. Desarrolla la típica historia de las películas del oeste desde una prosa filosófica, lírica, profunda. Un libro curiosísimo.
Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
A principios de 2025 la editorial Apeadero de aforistas me publicará un nuevo libro de aforismos, La serpiente mecánica. Y ahora estoy trabajando en una nueva novela, que quisiera concluir en algún momento del próximo año. Por ahora marcha bien, estoy contento con los capítulos que ya he trabajado.
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