La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

lunes, 24 de junio de 2024

Entrevista a Raimundo Iáñez Alcalá, autor de Baladas y leyendas.

 



Revista Ahorateleo

Editado en Guadix, Granada 

por Asociación para la Promoción de la Cultura y el Arte "La Oruga Azul"

ISSN  2952-5721



Háblanos un poco de ti.

Nací en Granada en 1956, Huétor Santillán, Granada, hace unos cuantos años.

El teatro, la poesía, la pintura, hicieron surcos en mí desde pequeño. Trotamundos de trasero inquieto. He Trabajado en mil cosas y he metido las narices en otras tantas, he pertenecido a esa generación que fue la consecuencia de la gran consecuencia, he luchado y me han pegado algunos palos en los ochenta, huyendo en las manifestaciones, siempre me he implicado en la lucha por defender nuestros derechos.

He pertenecido desde muy joven a grupos culturales: teatro, poesía, pintura y lectura.

Integrado en grupos de teatro, involucrado como actor y director de mis propias obras.

He tenido la oportunidad de exponer como pintor desde los años ochenta.

Me considero un descarado pensador, un profundo sentimental y he vivido muchas vidas, y todas han dejado huella en mi persona.

 

¿Qué podemos encontrar entre las páginas de Baladas y leyendas?

En mi último libro Baladas y leyendas se puede percibir todo lo que antes he explicado, aparte de una lucha por mis recuerdos y un entramado de experiencias e inquietudes. Es un libro dedicado a mi abuela, una jabata y una luchadora empedernida; de ella he aprendido la entrega y el empeño en los momentos más importantes de mi vida. Historias de antiguos personajes, reales, experiencias y realidades, y otros que ella me contaba de antaño que chisporroteaban en vidas y copias del corazón.

Balada del jinete herido.

Balada que no tengo.

Balada de un sueño oscuro,

Balada para un alojamiento.

Etc.

Un engranaje de versos que cuentan historias donde le tiempo se encarga de engendrar el aparato del olvido, como una misteriosa mano de otros tiempos que ha querido mantener en secreto estas historias que martillean en mi cabeza en continuo empeño. Además de un sin complejos de una niñez dura que marca las arrugas del rostro. Sobre todo, el recuerdo, las vivencias de muchas vidas que no tengo el valor de olvidar en esta mente complicada, en esta cabeza que no para... el amor, el deseo, la soledad, la vida, un pasado que pesa en mis espaldas.

 

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta la última?

Escribo desde muy pequeño, conservo poemas desde los once años. El paseo de los recuerdos fue mi primer libro editado, patrocinado por el ayuntamiento de Huétor. Un homenaje a mi niñez y a las vivencias en mi pueblo.

En El vértigo de la caída desnudo mi sensibilidad y profundizo en mi espiritualidad, y en los recuerdos del corazón.

Silueta ya sin nombre es un regreso a mi interior, un recorrido por mis venas, donde desgrano unos sentidos del destino enredado en la motivación de los deseos más íntimos.

(Los tres últimos en Baker St. Ediciones).

En la trayectoria que no para de buscar un sentido interior a miles de preguntas que profundizan en el interior de mis deseos y en un equilibrio de esta sociedad, pero sobre todo el equilibrio de mis fantasmas.

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

El último libro que he leído ha sido Mariana Pineda a muerte, de Juan Carlos Friebe y anteriormente, El peso de las mantas de Alicia Choin Malagón.

 

¿Y ahora qué? ¿algún nuevo Proyecto?

Tengo en el cajón un nuevo libro de poesía y relatos que pronto verá la luz; una nueva obra de teatro con textos míos y una nueva exposición de pintura que se llama Bailad, Bailad, Malditos que está en gira.

 

Tengo que dar las gracias a la revista Ahorateleo y a Carmen, con toda la fuerza de mi corazón por interesarse por este humilde personaje.

1 comentario:

  1. Rai todo un personaje. Amable, sincero y una gran persona. Su poesía es franca y sin artificios

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