La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

lunes, 24 de junio de 2024

Entrevista a Enrique Villagrasa González, autor de Fosfenos.

 



Revista Ahorateleo

Editado en Guadix, Granada 

por Asociación para la Promoción de la Cultura y el Arte "La Oruga Azul"

ISSN  2952-5721


Háblanos un poco de ti.

Pues soy una persona normal, que no le gusta el deporte, menos aún el fútbol, que solo sabe leer y escribir sobre lo leído. Recuerdo haber nacido con un libro en una mano y un lápiz en la otra, no vine con un pan debajo del brazo, lo siento: fue en Burbáguena, Teruel, en 1957; y a los 8 años leí por primera vez El Quijote y la Biblia, que por aquel entonces estaba prohibida en España, se estudiaba y leía Historia Sagrada. Los que tienen una edad como yo lo recordarán.


¿Qué podemos encontrar entre las páginas de Fosfenos?

Las personas lectoras de Fosfenos (Huerga y Fierro) encontrarán que aquí está mi vida y su poesía, con muchos ecos y muchas voces, con muchas lecturas, con muchos versos repetidos en una forma y en otra, una estructura y otra, siempre necesarias por y para la unidad temática. Es un libro de libros muy descriptivo, pienso, de lo que es el proceso de escritura, o al menos del mío. Y es, tal vez, un tanto, mucho o poco, místico, revelador y contundente. Ahora, las personas lectoras tienen la palabra. ¡Gracias! Y no dejen de leer el prólogo del gran José Luis Rey.

 

¿En qué ingrediente reside la fuerza de este libro?

 El condimento es sencillo: la poesía es mi vida y mi vida es la poesía y ella será mi muerte. Escribir con y en la verdad y de la manera más sencilla y humilde.

 

¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor desde la primera publicación hasta esta última?

 Desde Arpegios (Biblioteca Atlántida, 1983) hasta este Fosfenos han pasado muchos años y muchas historias. Soy como una noria en un gigantesco parque de atracciones, si me paro a pensar en ello: esa es mi trayectoria. Creo, pues, que hay de todo y para todos los gustos y todo aderezado con infinitos sabores. No es nada del otro mundo, seguro que somos legión en esta tragicomedia que nos ha tocado en suerte.

 

¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué lo elegiste?

 El último libro que he leído, recién acabado, es una novela en catalán, Terres mortes (Anagrama, 2021) de Núria Bendicho Giró. Un libro que tenía guardado para leer en mi jubilación, como tantos otros. Se sabe que leo poca novela. Y lo elegí en una librería de Tarragona por curiosidad, al ver que era una historia polifónica de y sobre una persona muerta. Y las anteriores también fueron novelas: Música en la oscuridad (Seix Barral) de Antonio Iturbe y la reedición de Llamando a las puertas del cielo (Institución Fernando el Católico-Diputación de Zaragoza) de Antonio Ansón. Y antes que eso, la propuesta de lectura de poesía para este verano, muchos libros leídos, para la revista Librújula (librujula.com).

 

Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?

 Pues sí, ya estoy enfrascado en un nuevo libro de poesía que se titulará En la esquina del verso. No tiene editorial todavía. Y preparando como cada año el IV Encuentro de poetas del Jiloca, en Burbáguena, mi pueblo. Y mil gracias por acogerme en vuestras páginas de Ahorateleo.

 

 

 

1 comentario:

  1. Con este poemario, Enrique Villagrasa desmitifica la idea generalizada en ciertos círculos que un buen crítico no puede ser un buen poeta, y reafirma la vigencia de la poesía lírico-artistica contra toda la antipatía hoy; por ende, con este poemario, el autor desmitifica tambien la tendencia de privilegiar, incluso en los certámenes de poesía, esa antipoesía de lenguaje directo, coloquial y comprometida.

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