Háblanos un poco de ti.
¿Por dónde empezar? Nací en Cuba, pero por razones que todos conocemos emigré a los Estados Unidos adolescente aún. Jamás volví a ver a mi familia. Fueron años difíciles, pues me encontraba solo y sin conocer el idioma. Logré terminar mis estudios de bachillerato y más tarde asistí a Concord University, West Virginia University y University of Maryland. Por muchos años fui docente universitario, pero actualmente estoy jubilado. A lo largo de mi vida he escrito mucho, y la mitad de mi obra está en inglés, un idioma muy diferente al nuestro. Puedo agregar que todos los planes que tenía para mi vida nunca se llevaron a cabo. Mi padre era abogado y desde temprano yo pensaba trabajar en su bufete. Como ya ves, mi vida ha sido muy diferente.
¿Qué podemos encontrar entre
las páginas de aria final?
Un universo, ya que trata de esos años turbulentos de un país
latinoamericano después del período colonial, pero antes de la república. Se
entrelazan las historias de muchos personajes, con sus propias aspiraciones y
modos de enfocar la realidad, incluyendo al coronel Froilán Garmendía, una de
las figuras centrales de la novela, y a Víspero, su hijo ilegítimo. También
podemos ver las pugnas por el poder entre las diferentes facciones que quieren
lograr el control de la nación.
¿En qué ingrediente reside
la fuerza de este libro?
Podría responder de muchas formas, pero creo que el tema principal, el
que subraya toda la trama, es que no podemos escapar nuestro destino. No
importa cuánto nos esforcemos para lograrlo. Por ejemplo, el coronel Froilán
Garmendía nunca aspiró a convertirse en el hombre más influyente del país, pero
circunstancias ajenas a su voluntad lo moldearon en el hombre en que se
convirtió. En cierto modo, yo me puedo identificar con el coronel.
¿Cómo describirías tu
trayectoria de escritor desde tu primera publicación hasta esta última?
Creo que ha sido una progresión muy lógica. Al salir de Cuba me abrieron
la maleta y me despojaron de todas mis pertenencias de valor, incluyendo un reloj
que mi madre me había regalado cuando entré en la escuela secundaria. Lo que no
pudieron robarme, sin embargo, fue ese patrimonio cultural que compartimos los
hispanohablantes. Después de llegar a los Estados Unidos empecé a leer con
seriedad la literatura española y la latinoamericana. Fue entonces que escribí
Saga, mi primera novela en español. Mi segunda novela Secret Memories
(Recuerdos secretos), está en inglés, pues ya para entonces había cursado
estudios superiores y me había empapado bastante de la cultura anglosajona. A
través de mi carrera como escritor bilingüe he tratado de alternar (no mezclar)los
dos idiomas y las dos culturas. Soy afortunado de sentirme muy cómodo en ambas
lenguas.
¿Cuál fue el último libro
que leíste? ¿Por qué lo elegiste?
Tres tristes tigres, de Cabrera Infante. (Él recibió el Premio Cevantes
hace unos años.) En realidad lo he leído muchas veces, pero supongo que de vez
en cuando regreso a sus páginas pues esa novela nos remonta a La Habana de los
años cincuentas, y me hace sentir nostálgico, aunque todos sabemos que no se
puede volver al pasado.
y ahora qué ¿algún nuevo
proyecto?
Actualmente trabajo en una nueva novela pero todavía es demasiado
temprano para comentar sobre ella. Como sabes por experiencia propia, son
proyectos de años. También me gustaría regresar a España para promocionar un
poco Aria final. Siempre me siento como en mi casa cuando visito el país que
todos los latinoamericanos consideramos como la madre patria.
Quiero agregar que tengo un sitio en la red, www.carlosrubio.com y que todo lo
referente a mi carrera literaria se encuentra allí. También hay una página de
contacto, por si alguien tiene alguna pregunta o comentario.
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