Quiebro la culpa.
Suena el río, corretea el agua. Húmeda
campanilla, blanco reclamo de ansia remota. Ebrio mi pensamiento, te sabe mi
sien. Ya no eres duda caprichosa, ni estigma en los ojos de la luna, ni furor
de plata, altar de amante. Se quedó mudo el verso de poniente, tejido en el
secreto enraizado a ti. ¡Ah! luna encendida, estrella en un soplo, deseo.
¿Cuándo sucedimos? Miénteme.
Feliz que tengas un blog Consu 🥰 👏👏👏👏👏
ResponderEliminarMónica desde Argentina me pone muy feliz que tengas un blog: Poeta🥰 👏👏👏👏👏👏👏👏👏
ResponderEliminarGracias, Mónica. No es mi blog es la Revista ABSOLEM en la que colaboro
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