Oír preguntas
que son falsas respuestas,
palabras vanas que ya no son cómplices del
alma
Derrumbar este corazón tan ajeno al desencanto,tan de cantera rosa.
Era mi amiga,
ahora su mirada se nubla a los colores,
y hasta le crecen barrotes de silencio.
Caigo derrotada en la evidencia,
como Abel a manos de Caín,
como la risa busca el escondite del desengaño.
La intuición sin vendas yace desmayada,
toda la sangre -en blanco y negro- al sur.
Dicen que desde que se instaló la envidia,
sólo hay tardes de lluvia y pájaros de invierno.
"Dicen que desde que se instaló la envidia, / sólo hay tardes de lluvia y pájaros de invierno."
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