" Cuando canto a
gusto me sabe la boca a sangre"
La Tía Anica la Piriñaca
A menudo pienso que son
corazonadas del recuerdo
que nos legan en forma de queja
el canto de los guetos gitanos
al compás de los martillos en las fraguas
o del ruido de la caña
pidiendo libertad.
Entre tanto nudo en la
garganta
intimo con el tiempo
para aliarme con esa música
surgida de las profundidades
del temblor.
En esa muerte con olor a taberna
mutilo de nuevo la memoria
con la única pretensión de acariciar
años de persecución
sólo seducidos al cerrar los ojos
para interpretar una noche de estrellas,
hasta caer en la superstición del fuego
y cantar con el cuerpo entero una soleá
donde consumirme.
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