La Oruga Azul.

La Oruga Azul.
La oruga se puso azul turquesa, porque presa de la luz de la poesía, reposa en las cuartillas de la mesa impregnada de tinta y fantasía… (Antonio Peláez Torres),

domingo, 14 de diciembre de 2014

Duende, por DORI HERNÁNDEZ MONTALBÁN.




Llega sigiloso robando las sombras por los caminos, 
viene armado de labrados cuchillos
desgarrando sedas a la luna llena.
¿Quién es ese que tan sigiloso llega
en las noches serenas y oscuras
mientras cantan los grillos?
Dicen que esa alma errante de la caravana
llora a solas.

Al claro de luna brillan sus zarcillos
y luce corales en su piel morena.
Una hembra hechizada perfuma su pelo
con flor de verbena.

Es un aliento, una pluma invisible que apenas nos roza,
la tristeza más pura sin motivo,
la voz que canta a las estrellas,
una gota de rocío,
el alma del violín,
el acorde abrazado a la guitarra sonora.
¿Quién es ese que tan sigiloso llega,
bailando una danza desconocida,
mientras la leña crepita?

Escucha la queja que viene de la urdimbre del agua,
de los verdes más hondos de la umbría,
la que susurra al junco a la orilla del río
bajo la linterna de la luna,
caravana errante, danza amorosa de la vida,
ante los senos de bronce de la muerte.


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